GARA
BILBO

Sale libre Juankar Balerdi, víctima de la cara más atroz de la dispersión

Juankar Balerdi quedó en libertad a primera hora de ayer después de permanecer 26 años encarcelado. Un grupo de familiares y amigos acudió a Huelva para acompañarle en su regreso a Euskal Herria. El lasartearra ha conocido de primera mano el rostro más cruel de la política de dispersión que se aplica a los presos políticos vascos, pues hace doce años su madre Argi y su hermano Iñaki perdieron la vida cuando iban camino de Almeria a visitarle.

«Al final el temor se ha convertido en realidad. Al parecer teníamos demasiada suerte, durante estos catorce años dos accientes sin consecuencias graves, el tercero nos ha golpeado de lleno». Estas palabras, traducidas al castellano del original en euskara, las escribió Juankar Balerdi desde la cárcel de Almería una semana después de conocer que su madre Argi Iturralde y su hermano Iñaki habían perdido la vida a consecuencia de un accidente sufrido cuando viajaban a visitarle. En el siniestro resultó gravemente herido su padre, Joxe, de 74 años de edad.

La muerte de Argi e Iñaki causó un gran impacto en la sociedad vasca, sobre todo en Lasarte, que se volcó con una familia destrozada por la política de dispersión, cuyas consecuencias más trágicas quedaron de manifiesto. No fue la primera vez ni, desgraciadamente, la última, como el propio Juankar Balerdi escribió en aquella misiva, dirigida a las miles de personas que rindieron homenaje a su madre y su hermano en su pueblo.

Doce años después, y con un contexto muy diferente después del final de la lucha armada de ETA, los familiares y amigos de los presos y presas vascas siguen recorriendo miles de kilómetros para visitar a sus allegados poniendo en riesgo sus vidas. Sin ir más lejos, ayer un amigo de Oier Lorente tuvo un accidente cuando regresaba de Palencia. Y hace unos días, familiares de Ismael Berasategi, Gotzon Aranburu y Lorentxo Ayestaran sufrieron un accidente al regresar de la cárcel de Villena en Alicante, a 720 kilómetros. Salieron ilesos aunque el coche sufrió graves desperfectos. El de ayer es el tercer accidente de 2015, el año pasado fueron diez. Un suma y sigue aterrador.

Sin embargo, al menos el de ayer fue un día feliz en Lasarte, pues 26 años después de ser encarcelado Balerdi salió libre a primera hora de la mañana de la prisión de Huelva, tan alejada de Euskal Herria como aquella en la que se hallaba en 2003. A pesar de la distancia, un grupo de familiares y amigos acudieron para darle un primer abrazo y llevarlo de vuelta a casa.

«Hay responsables conocidos»

«Los accidentes de familiares y amigos no son casualidad. La dispersión es venganza y chantaje, pero también es pena de muerte, y todos sabemos que hay responsables conocidos», escribió el lasartearra días después de que el kilómetro 304 de la autovía que une Albacete y Murcia quedara marcado a fuego en su vida. Pero ni esta tragedia ni las que le precedieron o sucedieron hasta contabilizar un total de dieciséis muertos en la carretera y decenas de heridos de gravedad, parecen haber animado ningún tipo de reflexión en aquellos que pusieron en marcha la política de dispersión hace 26 años. Ayer mismo, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, durante la celebración en Durango de la Fiesta de la Rosa y en presencia del líder del PSOE Pedro Sánchez, emplazó al lehendakari a que «se deje de presos y banderas y peleitas de patio de colegio con Bildu». A esa misma hora, como ocurre cada domingo, cientos de familiares regresaban a sus hogares después de recorrer cientos o miles de kilómetros para ver a sus seres queridos.