Jon Odriozola
Periodista
JO PUNTUA

Primero de Mayo, día de fiesta... cuando se celebran conquistas

El Primero de Mayo es un día de fiesta para los trabajadores, cuando se celebran las conquistas históricas de la clase obrera arrancadas al Capital. No lo es cuando la crisis se ceba en las espaldas de los trabajadores. Ya sé que esto que digo suena «antiguo» y a papilla, pero me da exactamente igual. Solo faltaría que lo «moderno» sean los recortes sociales que aplican constantemente los gobiernos de no importa qué pelaje «para salir de la crisis». No conozco ningún tiburón grancapitalista que «sufra» la crisis económica; al revés: le viene bien para zamparse al pez chico. Y es que lo que no se defiende, se pierde. Algo que ya sabían nuestros abuelos y abuelas.

El misticismo legal siempre trata de repercutir sobre la víctima el hecho mismo de la represión política: el responsable no es el diputado que redacta la ley, ni el juez que la aplica, ni el madero que detiene, ni el fiscal que acusa ni el «boqui» que encierra. El responsable es el que lucha, el que resiste y el que se organiza. El estado y sus funcionarios se lavan las manos: si no fueras tan radical, tan burro, si no defendieras a los oprimidos, si no… Tú te lo has buscado, nos vienen a decir. El culpable eres tú mismo, de manera que todavía hay quien pretende hacernos creer que de no ir de borde, no habría leyes antiobreras ni antiterroristas.

Aquí es donde aquellos que no son bordes, es decir, los reformistas –sindicatos, partidos– se ponen a sí mismos como ejemplo a seguir (pero sin empujar): a ellos no les detienen ni les ilegalizan, ergo: los derechos y libertades sí existen: ¡ellos son la prueba!

¡Por supuesto que existen las libertades burguesas! Siempre han existido para la burguesía y sus lacayos.

Yo hace tiempo que no voto ni a maría santísima. Debe de ser que soy rebelde porque el mundo me ha hecho ansí, ochess…

¡Viva la clase trabajadora! ¡Viva el Primero de Mayo!