El Ibex no pudo escapar de las pérdidas, después de haber encadenado cuatro días con cierres positivos. Aún así, ha logrado sumar en la semana un 2,09%, su mejor balance desde marzo, y refuerza su posición de cara al objetivo de llegar a los 12.000 puntos. El próximo lunes, día posterior a las elecciones autonómicas y municipales, partirá desde los 11.554,20 puntos (-0,36%). En el resto de Europa, excepto Londres (+0,26%), también se impusieron los números rojos. Fráncfort cedió un 0,42%, y París, un 0,57%. Los inversores no dispusieron de grandes referencias para respaldar sus movimientos, aunque la subida del 0,3% en la inflación subyacente de EEUU en abril hizo de freno para la revalorización del euro, que caía hasta los 1,10 dólares. En Europa, de nuevo se ponían los ojos sobre Alemania y Grecia. El PIB alemán del primer trimestre creció un 0,3%, tal como esperaban los analistas, por lo que apenas tuvo influencia. Por otra parte, el ansiado acuerdo entre la troika y Atenas, reunidos hasta hoy en Bruselas, necesitará tiempo, según advirtió ayer Angela Merkel. En Wall Street, que cerrará el lunes, como Fráncfort y Londres, los inversores apostaban por la prudencia y los índices apenas se despegaban de la línea de salida. En el Ibex, los más fuertes eran Popular (+1,18%) y Enagás (+0,31%). Las mayores pérdidas fueron para IAG (-2,28%) e Indra (-1,48%). Los grandes valores, salvo Repsol (+0,08%) e Inditex, que repitió precio, acabaron con retrocesos. De ellos, los peores fueron Telefónica (-0,64%) e Iberdrola (-0,48%). En París, Bougues y Kering se dejaron más de un 2%, y Essilor (+1,70%) encabezó las subidas.