¿Le hablan en casa de aquel último título, del recibimiento por el pueblo?

Pues la verdad que en casa no hablan mucho sobre la gabarra o el recorrido por los pueblos como Igorre. Y pienso que mejor no hablar demasiado por si luego no se cumple.

¿Ha soñado Beñat con esa falta al borde del área para clavarla en la red del Barça como el sábado pasado?

Sí... sueñas de todo, si es de falta, si es de rebote, lo que sea, pero lo que sí sueñas es con ganarla...

Soñar es gratis, pero ¿cómo controla el equipo esa ansiedad que se pueda generar?

Hombre, desde que nos metimos en ella hemos estado soñando son eso, pero sin quitarnos la cabeza de la liga, que al final te tiene ocupado, y una vez conseguido ese objetivo, ahora toca la final.

¿Con el paso de los días le han quitado valor al hecho de que el Barça juegue en su campo?

Esperemos que tenga menos influencia, pero más allá de eso toca centrarse en los noventa minutos y aprovechar nuestras opciones.

¿Salir a apretar al Barça arriba es muy arriesgado?

Pues... no sé qué decirte, las veces que he jugado contra ellos presionándoles arriba he conseguido la victoria y el año pasado en casa es un ejemplo. Y puedes ir arriba y conseguir la victoria como tirarte atrás y que te metan cinco.

Llega usted en un momento óptimo en su juego para afrontar la final...

Sí, yo me encuentro en un buen momento, veo que tanto el equipo como yo estamos en una muy buena dinámica y lo tenemos que aprovechar.

¿La actitud del equipo en la ida de semifinales en Cornellá debe ser el ejemplo a seguir para afrontar el partido?

Sí, yo creo que sí, tenemos que salir con tranquilidad, sabiendo que es una final y que no debemos pecar de ansiedad, que igual te puede hacer caer en precipitaciones y, bueno, solo esperemos que no sea así... Aunque decirlo es muy fácil y la verdad es que luego hacer todo eso cuesta.