I.I.
GASTEIZ

«¡Qué hostia... qué hostia!»

Sabido es que Arantza Quiroga comulga con el Opus y jamás utilizaría estas palabras, pero permítasenos la licencia de coger las que pronunció el domingo Rita Barberá. Porque lo cierto es que los resultados del PP en Hego Euskal Herria son un hostión de campeonato. Alguien podrá decir, «en Araba se mantiene». No, en Araba pierde el 11,8% de los votos que obtuvo en 2011 y solo el arrastre de Javier Maroto permite la imagen de que salvan los muebles.

Los datos son crueles. En el Estado español la formación de Mariano Rajoy ha perdido el 28,81% de las papeletas que obtuvo en 2011. Pues bien, en Bizkaia la caída ha sido del 42,21% y en Gipuzkoa del 43,32%. Pero si a Arantza Quiroga le ha ido mal –y veremos en qué acaba esto– al tándem Pablo Zalba y Ana María Beltrán aun les ha ido peor en Nafarroa, donde el batacazo ha sido del 44,4%

En vísperas de la confección de listas, cuando se empeñó en hacer las cosas como quería, Arantza Quiroga advertía de que si no se introducían cambios el PP corría el riesgo de convertirse en un partido irrelevante en estas tierras. Cambios hizo pero no ha evitado que su mayor poder hoy sea contar con el delegado del Gobierno español en Gasteiz, Carlos Urquijo.

Sin Maroto, desaparición

Javier Maroto es el único elemento que impide la práctica desaparición del PP en la CAV y, tristemente, lo hace en base a un discurso xenófobo y a una actuación populista. Si esa ficha se sacara del tablero, el golpe al PP sería terminal.

Pero ahora resulta que quienes dijeron que la actuación de Maroto sobrepasaba todas las líneas de la ética política, no están dispuestos a demostrar que quienes están contra sus prácticas son mayoría. Lo que vale para Nafarroa, no vale en Gasteiz.