I. I.
gasteiz

Tras la «renovación», el PSE no frena su caída

En las elecciones europeas de hace un año el PSE obtuvo el 14,05% de los votos y asumió que los resultados eran un desastre. Patxi López dimitió, al igual que hicieron José Antonio Pastor en Bizkaia y Txarli Prieto en Araba. Se inició un proceso llamado de «renovación» del partido, en el que la candidata del viejo aparato, Idoia Mendia, se hizo con la secretaría general sin ningún tipo de oposición. También se cambiaron caras en Bizkaia y en Araba.

Consumada la autocrítica, o si se prefiere el arrepentimiento y el propósito de enmienda, los resultados han sido todavía peores. El domingo el PSE tuvo el 13,38% de los votos a Juntas Generales en la CAV.

Gipuzkoa aguanta

Por paradójico que resulte, el único territorio en el que el PSE aguanta los números de 2011 y hasta gana algún que otro voto, es en Gipuzkoa, el territorio en el que Iñaki Arriola dejó claro que ni dimitía ni veía motivos para hacer cambios. También es cierto que las cifras de hace cuatro años eran fruto de una gran bajada con respecto a 2007.

En Bizkaia el PSE ha perdido un 27,4% y Barakaldo con respecto a 2011. En Araba el 28,53%. Podemos le supera con holgura en ambos territorios. Y lo peor para los intereses del PSE es que se ha quedado sin apenas cartas para jugar a socio del PNV, más allá incluso de los deseos que en Sabin Etxea tengan de adoptarlos como mascota política.

Quizá pudieran intentarlo con una nueva «renovación», pero esta vez de verdad.