EDITORIALA

Recuperación económica, ¿para quién?

Mientras las diferentes administraciones repiten mensajes de optimismo basados en datos macroeconómicos que apuntan a la recuperación económica, la encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el INE arroja otros datos que a nadie se le antojarán exagerados, pero que tienen la virtud de mostrar gráficamente una sociedad que permite en su seno desigualdades abismales. Una sociedad injusta, especialmente para quienes sobreviven por debajo del umbral de la pobreza, en Hego Euskal Herria más de un 10% de la población.

Esa situación, además, es contradictoria con la supuesta recuperación, toda vez que continúa empeorando. Responsables de Cruz Roja en Bizkaia aseguraron ayer que ese organismo ha asistido a 6.800 familias en el herrialde hasta el mes de abril, frente a las 4.000 atendidas en 2014. El Instituto Vasco de Estadística, Eustat, por su parte, informaba de que la renta personal media de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en 2013 era un 2,2% menor que dos años antes. En el mismo informe, facilitaba otro dato que tal vez no llame la atención por habitual pero que no puede dejar de escandalizar, como es el hecho de que las mayores desigualdades en la renta personal lo sean en función del sexo: la renta personal media de las mujeres es 10.000 euros inferior a la de los hombres, y en el tramo de edad de entre 60 y 64 años, esa diferencia es de casi 18.000 euros, debido a que muchas mujeres no pueden acceder a la jubilación. Ciertamente, es sabido que las mujeres soportan unas condiciones de trabajo bastante más precarias que los hombres, pero nuevamente la estadística muestra que esa diferencia es inadmisible hasta la obscenidad.

En cualquier caso, la recuperación no afecta a las economías de quienes más la necesitan, quienes padecen, frente a los datos optimistas, otros indicadores más reales y crudos: las tasas de pobreza, paro, precariedad y, además, la discriminación... totalmente incompatibles, en términos éticos, con esa supuesta recuperación económica.