El responsable de Política Lingüística del Consejo General de Aquitania, David Grosclaude, comenzó el miércoles una huelga de hambre para denunciar el desprecio del Gobierno de París a la lengua occitana. El consejero recibido el apoyo del presidente de Aquitania, Alain Rousset (PS).

Grosclaude, presidente del Partido Occitano, dijo haber iniciado la protesta «en nombre de la dignidad y legitimidad de nuestro compromiso con el reconocimiento de la lengua occitana» y para denunciar que «los signos de desprecio del Estado francés hacia nuestra lengua continúan multiplicándose».

En junio del año pasado las asambleas de Aquitania y de Midi-Pyrénées aprobaron por unanimidad la creación de la Oficina Pública de la Lengua Occitana como herramienta para la revitalización de la lengua propia del país. Corresponde al gobierno de Paris el tramitar esa decisión con su publicación en el Boletín Oficial, pero hasta la fecha no lo ha hecho, por lo que la constitución de la mencionada oficina continúa paralizada.

«No es aceptable que la decisión de las dos asambleas regionales se traten con tan poca consideración e incluso con desprecio», señaló Grosclaude en un comunicado.

El Partido Occitano, entre otros, han convocado para hoy una manifestación en apoyo de consejero regional.

Apoyo de Aralar

Aralar expresó ayer su apoyo al consejero occitano y al pueblo occitano, y denunció el «desprecio» de París que, afirmó, «pone en riesgo el proceso de revitalización de la lengua occitana al privarle de una de las herramientas de actuación y planificación mas eficaces».