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DONOSTIA

Eguzki insta a que reparen los daños producidos por el Motxo hace cinco años

Han pasado cinco años desde que el pesquero Motxo encalló en medio del biotopo Deba-Zumaia. Al retirarlo, el flysch resultó dañado y aunque prometieron recuperarlo, todavía se aprecia «la cicatriz».

El colectivo ecologista Eguzki lamenta que tras cinco años del accidente del pesquero Motxo, las marcas que este produjo en el flysch sean visibles. El accidente tuvo lugar en noviembre de 2010, cuando la embarcación quedó encallada en medio del biotopo Deba-Zumaia. Actualmente la Audiencia de Gipuzkoa ya ha archivado las diligencias abiertas en su día por un delito contra el medio ambiente a los tripulantes y a quienes participaron en el reflotamiento del Motxo.

Eguzki prefirió no valorar si «el vertido de 14.000 litros de gasóleo y el posterior arrastre del pesquero por el flysch fue delito ambiental o no». Tampoco quiso dar su opinión sobre las causas del accidente. Sin embargo, sí que incidió en que «las consecuencias de desguazar el Motxo en tierra, en pleno biotopo, utilizando tecnología pesada, siguen estando patentes».

Según la organización ecologista, cuando se optó por desguazarlo en tierra, la Diputación de Gipuzkoa prometió recuperar la zona afectada, «pues dicha decisión supuso la apertura de una pista de casi dos kilómetros, con una anchura en algunos puntos de 8 metros, y que atravesaba todo el biotopo, creando una cicatriz apreciable desde de muchos kilómetros».

El Gobierno foral, en ese momento en manos del PNV, «realizó unos trabajos de reacondicionamiento de la zona, que tuvieron muy escaso resultado». En marzo del 2011, Eguzki criticó que dichos trabajos no habían supuesto ninguna mejora apreciable del ecosistema dañado. «Ni siquiera el tiempo transcurrido, 55 meses, ha sido suficiente para borrar las consecuencias de aquella nefasta decisión», indica ahora.

A Eguzki ya no le preocupa que la Audiencia considere que no hubo delito ecológico sino que el daño causado al biotopo todavía siga estando ahí. Los ecologistas creen que «al asunto del Motxo no se le puede dar carpetazo definitivo hasta que no se recuperen todas las cicatrices que produjo».

Por eso, instan tanto a la Diputación actual y a la que se constituya a que tomen las medidas necesarias para restaurar los daños, «recuperando las afecciones que supuso a una zona que es biotopo y que debería contar con la máxima protección y medidas de conservación».