Aritz INTXUSTA-Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
TRAS LAS ELECCIONES DEL 24M

El PSN recibe la oferta de Barkos, pero se niega a confluir con EH Bildu

El PSN confirmó que de momento no tiene intención de sumarse a las fuerzas que impulsan un gobierno de cambio en Nafarroa. María Chivite recurrió a la presencia de EH Bildu para mantener su alineamiento con las fuerzas del régimen. Uxue Barkos insistió en que la pelota está en su tejado. Una entente sin EH Bildu no bastaría: serían solo 25.

«No queremos que EH Bildu esté en el Gobierno porque aportaría inestabilidad por sus posiciones en determinadas cuestiones como el Canal de Navarra o la euskaldunización de la Administración», destacó María Chivite, cabeza de lista del PSN, tras el encuentro que mantuvo ayer con Geroa Bai dentro de la ronda de contactos para la formación de nuevo Gobierno en Nafarroa.

De este modo, Chivite confirmaba que al menos por el momento el PSN apuesta por mantenerse en la trinchera del régimen, del que ha sido sostén durante décadas, en vez de alinearse con el cambio como le han pedido Geroa Bai e I-E.

Chivite añadió que trasladará sus prioridades programáticas a Geroa Bai, centradas en bienestar social y empleo. Pero insistió en que también puso sobre la mesa sus líneas rojas. «Son bastante claras: con EH Bildu no es factible un acuerdo», dijo.

Una vez más, el PSN actúa en función de los criterios marcados desde Madrid. Chivite explicó ayer que la dirección estatal del PSOE comparte sus planteamientos, que definió como «apoyar un gobierno estable, seguro y de progreso, pero destacando que no es bueno para Navarra tener un gobierno marcadamente nacionalista».

De este modo, la posición del PSN es la búsqueda de la cuadratura del círculo, puesto que en un Gobierno de cambio pasa irremediablemente por un acuerdo entre cuatro fuerzas políticas (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E), que suman 26 escaños en el Parlamento navarro. Todas y cada una de ellas son necesarias para articular la mayoría del cambio. Ante esta tesitura, el PSN tiene dos opciones. Puede dar un giro de 360 grados y sumarse a las tesis del cambio, logrando que dos tercios del Parlamento (33 de 50) apoyen al nuevo Ejecutivo. La otra opción es atrincherarse con las fuerzas del régimen (UPN y PP) y pasar a la oposición. Ferraz ha apostado claramente por la segunda opción y la excusa para ello es la imprescindible presencia de EH Bildu en el acuerdo.

La calculadora no engaña y aunque Geroa Bai, Podemos, PSN, I-E alcanzasen un acuerdo, solo sumarían 25 escaños, sin alcanzar la mayoría necesaria. Siguen necesitando a EH Bildu.

Uxue Barkos, la candidata de Geroa Bai, destacó que «corresponderá al PSN tomar la determinación de implicarse en el cambio, no hacerlo o hacerlo con mayor o menor intensidad» y añadió que su disposición es hablar con las cinco fuerzas para sumar los 33 escaños para el cambio. «Nosotros no tenemos líneas rojas», destacó.

En cualquier caso, Barkos reconoció que «hay puntos de encuentro en lo programático» con el PSN y, en este sentido, destacó que «hay posibilidades claras de poder encontrarse en una tarea que no termina en la formación de un gobierno, sino que se prolonga en cuatro años de parlamentarismo al servicio de la sociedad».

El PP no apoyará a Barkos

Antes de reunirse con el PSN, Geroa Bai mantuvo un contacto con el PP en el que no hubo ninguna sorpresa. El presidente de la gestora del PP, Pablo Zalba, que compareció junto a su candidata, Ana Beltrán, confirmó que no votarán a Barkos en la investidura y que su prioridad es colaborar para «un gobierno no nacionalista».

«El PP no quiere nada, no va a pedir nada y podría trabajar perfectamente para que haya un gobierno no nacionalista. No pediríamos contrapartida alguna», proclamó Zalba. El problema es que la unión entre UPN, PSN y PP se queda en 24 escaños frente a los 26 que suman las cuatro fuerzas del cambio.

Zalba añadió que en cuestiones económicas sus planteamientos no difieren mucho de los de Geroa Bai. «Podríamos incluso compartir algunas prioridades pero vemos que difícilmente se puedan llevar a cabo con otras fuerzas políticas que están no solo en nuestras antípodas, sino también en las antípodas de Geroa Bai», señaló el eurodiputado.

Barkos reconoció que el encuentro mantenido con el PP fue de un carácter muy diferente al que han tenido las que ha tenido con las otras fuerzas políticas. Explicó que no hablaron de un posible gobierno de cambio, sino de otras cuestiones que pueden ser interesantes para la ciudadanía navarra.

UPN pasa de llamar a I-E «Izquierda-Estorbo» a ofrecerle un gobierno antiabertzale

Abril de 2014. El consejero de Educación de UPN, José Iribas, comparece en el Parlamento para explicar la aplicación de la Lomce. La oposición destaca que es una imposición de Madrid y denuncia los efectos que tendrá en la calidad educativa. Iribas, uno de los consejeros más polémicos del Gobierno de UPN, arremete contra los parlamentarios. «Ustedes no son Izquierda-Ezkerra, son Izquierda-Estorbo», soltó a Marisa de Simón, parlamentaria de I-E.

Apenas un año después, UPN da un giro copernicano y ofrece a I-E, que parece que ha dejado de ser un estorbo, formar parte de «un Gobierno constitucionalista» junto al PSN –y al menos la abstención del PP, puesto que si no, las cuentas no cuadran– para hacer frente al Gobierno del cambio. La oferta que José Javier Esparza transmitió a estas fuerzas incluye que María Chivite, la líder de la quinta fuerza parlamentaria, fuera la presidenta del Gobierno del anticambio. UPN no formaría parte de este Ejecutivo, sino que daría apoyo externo. El «Gobierno constitucionalista» estaría formado por tanto, según el planteamiento de Esparza, por dos grupos que apenan suman nueve escaños de 50.

La oferta llegó al público a través de “Diario de Navarra”, que no dudó en titular a cinco columnas con el alucinante emplazamiento. Asimismo, en su editorial destacaba que «una parte importante de la base social» de PSN e I-E vería con buenos ojos esta oferta. Se refería a quienes «se agrupan bajo las siglas sindicales». No las cita, pero son las que han recibido durante años una sobrefinanciación por parte del Gobierno de UPN.

José Miguel Nuin, el cabeza de lista de I-E, dejó ayer clara su respuesta a la oferta de Esparza. «No vamos a conformar un gobierno con los votos de la derecha porque sería un fraude con lo que hemos dicho a la sociedad navarra que vamos a hacer». No en vano, I-E ha criticado con dureza las políticas antisociales de UPN a lo largo de toda la legislatura. Nuin insistió en que, en estos momentos, el objetivo principal de I-E es que la derecha navarra pase a la oposición. Pero es que también María Chivite rechazó la oferta de UPN, destacando, en respuesta a los periodistas, que «con humildad tenemos que asumir que somos la quinta fuerza política» y no tienen legitimidad para tal maniobra.

Uxue Barkos, por su parte, subrayó que «ver a Esparza haciendo de Esperanza Aguirre no tiene mucho sentido. Sigue haciendo mal UPN, haciendo de copista en las peores expresiones».M.D.

EH Bildu y Aranzadi, en sintonía en el Ayuntamiento de Iruñea

EH Bildu y Aranzadi mostraron ayer un alto grado de sintonía en la reunión que mantuvieron para alcanzar un acuerdo para lograr el cambio en el Ayuntamiento de Iruñea. Ana Lizoain, cabeza de lista de la candidatura ciudadana, reafirmó su compromiso con un cambio que respete el voto de la ciudadanía en las elecciones. EH Bildu tiene cinco concejales (es la segunda fuerza municipal) y Aranzadi, tres.

Joseba Asiron, cabeza de lista de EH Bildu, mostró su satisfacción por el alto grado de sintonía y subrayó que ambas fuerzas apuestan por un acuerdo programático. Tanto él como Lizoain comparecieron en la Plaza del Ayuntamiento porque, tal y como hizo el jueves, UPN les impidió acceder a la sala de prensa municipal alegando que aún no han sido investidos como concejales.

«Han puesto encima de la mesa su disposición inicial a apoyar la investidura y también a participar en el Gobierno, pero está sujeto a las sesiones de trabajo que desarrollaremos la semana que viene y, por supuesto, también al refrendo de cada una de las bases», explicó Asiron.

Lizoain destacó que los objetivos de Aranzadi son «defender siempre a la ciudadanía, los derechos sociales de la gente, que la ciudadanía siga participando y que no se haga un Gobierno en el que manden solamente los políticos».M.D.