Raimundo Fitero
DE REOJO

Encasillados

Todos partimos de la misma casilla y acabamos en una igual, que espero sea más tarde que temprano. Es el camino hacia esa puerta de salida donde están los encasillamientos. Y así vamos funcionando con los mismos clichés que hace un siglo. Buscar en los cincuenta canales a su alcance algo que le devuelva la sensación de estar vivo y de ser un sujeto de la historia, se hace difícil.

Si saltamos las películas, en La 2, “Mi General”, floja pero con un reparto magnífico de los cómicos que han tejido la memoria del cine español más reconocible y las series de policías o presas; es misión imposible sustraerse a lo obvio. Conclusión encasillada: las tertulias nocturnas son bastante más de derechas y aquí entran las locales, las estatales y las globales que por los mediodías y tardes.

Por lo que cuando aparecen posibilidades de ver a un grupo de seres humanos manifestándose con una calculada libertad, es decir, cumpliendo sus roles y encasillamientos, pero dejando aflorar sus miserias sin maquillajes como podría entender que sucede en “Supervivientes”, puede que alguien llegue a conclusiones finalistas, es decir, mejor ver a esos idiotas peleándose por unas migajas, que seguir cualquier informativo de TVE donde todo es mucho más mentiroso.

Encasillar a Ernesto Sáenz de Buruaga es muy fácil. Un diplodocus reaccionario de la televisión más rastrera. En TVE le dieron programa de supuesta incidencia política con formato de tertulia y fracasó y avergonzó a propios y extraños. Y en 24H del mismo ente secuestrado, no hay manera de no soliviantarse por la tendenciosidad de su encasillado conductor que debería estar ya despedido hace muchos meses por su caradura. Criticar las declaraciones de Ada Colau, sin mostrarlas, es un signo de desvergüenza informativa. Uno más.