Beñat ZARRABEITIA
Elkarrizketa
CARLOS GURPEGI - UNAI BUSTINZA
JUGADORES DEL ATHLETIC

«Es el partido de nuestras vidas»

Carlos Gurpegi y Unai Bustinza forman dos caras de la misma moneda. Pertenecientes a dos generaciones distintas, encarnan la cadena de transmisión que supone la política deportiva del Athletic. Ambos son conscientes de la importancia de la final. Y se confiesan en GARA.

Han pasado ya 13 años desde el debut de Carlos Gurpegi en El Madrigal ¿En qué se parece y qué se diferencia de entonces?

Carlos Gurpegi: Me parezco en que tengo la misma ilusión y ganas, aunque tenga que salir 10 minutos. La diferencia radica en la edad, tengo las ideas mucho más claras, sobre todo después de todo lo que me ha tocado pasar y cómo he sobrevivido.

Les separan 13 años, más de media vida para Unai, siendo un jugador Lezama es un referente...

Unai Bustinza: Siempre ha sido un espejo, al final mucha gente dice que nos parecemos en la forma de vivirlo. Es un referente y yo siempre digo... no porque esté aquí presente. Lo es por la cercanía con la que te trata y también la forma en la que se abre es de agradecer.

C.G: Yo me siento un poco reflejado por Unai, en su forma de entrenar y vivir el fútbol. Siempre dispuesto a ayudar, eso es algo que los que llevamos ya tiempo lo valoramos mucho.

Carlos ha conocido al míster en las dos etapas ¿Qué diferencias notas de 2005 a la actualidad?

C.G: Estudia más a los rivales, ahora le da muchas vueltas a las cosas. En su primera etapa venía del filial, pero ahora su experiencia europea y conocimiento del fútbol profesional en su faceta de entrenador, creo que le ha hecho más maduro y consciente. Ha aprendido cosas que han influido en su forma de ver el fútbol.

Durante este tiempo, la ha visto de todos los colores, pero da la sensación que desde la llegada de Bielsa el club ha subido su listón de exigencia. ¿Habituarse a conseguir resultados cambia el chip de todo el entorno?

C.G: Sí, Marcelo Bielsa es una persona tremendamente ambiciosa, tenía el listón muy alto y es algo que nos hacía llegar a todos. Y eso es algo que es bueno para el club, el equipo y los jugadores. Al margen de las finales, hemos conseguido entrar durante dos años consecutivos en Europa a través de la Liga, siendo un dato muy importante y estamos a las puertas de conseguir un título. Es una época muy brillante, se han hecho cosas muy importantes. Hay que valorar que se han marchado jugadores de gran valor, hemos tenido lesiones como la de Muniain, ha subido gente y el equipo ha logrado cerrar la séptima plaza y meterse en la final.

¿Desde las categorías inferiores cómo se viven este tipo de situaciones sobre todo cuando vienen mal dadas y Lezama se convierte en el saco de los golpes en el club?

U.B: Al final siempre te fijas en la situación del primer equipo. Nosotros lo hemos vivido tanto como cuando ha estado peleando por salvarse como en la lucha por los títulos. Yo en Valencia, por ejemplo, estuve como aficionado y disfruté como el que más. Siempre trabajas por jugar en el primer equipo, por tanto, si la exigencia sube tú también tratas de seguirla. Recuerdo que cuando estaba Marcelo, jugábamos partidillos del filial contra ellos, eran de 11 contra 10, pero se te impregnaba eso y al final también queríamos más.

Al final, son los resultados los que afianzan el modelo...

U.B: Sí, está claro.

C.G: Yo creo que en Lezama se trabaja muy bien, todas las jornadas hay jugadores en el once y además salen nuevos. Por supuesto que habrá cosas que mejorar pero la labor que se realiza es muy importante y hay que ponerla en valor.

Unai estuvo como espectador en Mestalla, se podría decir que entonces se produjo el gran subidón, Bucarest y el Vicente Calderón fueron enormes decepciones y la cita del Camp Nou se puede entender como la confirmación de una etapa.

C.G: Sí, sí, son las mismas sensaciones que tengo yo. La semifinal contra el Sevilla, la final en Valencia, con el gol de Gaizka pensamos que la íbamos a preparar pero tras el empate de Yaya Touré en la segunda parte nos pasaron por encima. Luego en Bucarest fue un mal partido, no pudimos competir. En esta ocasión, en Cornellá muy poca gente daba nada por nosotros por cómo había sido el partido de ida. Yo, por ejemplo, cuando estas semanas he escuchado por ahí que hemos estado tirando el séptimo puesto, pienso que la gente no es consciente de lo que significa para nosotros jugar en Europa. Es una pena no haber podido dar a la gente un título como el de Bucarest.

En aquella final el equipo tuvo un bloqueo mental primero y físico después qué probablemente partía de la presión interna y externa.

C.G: En Bucarest teníamos la sensación de que podíamos ganar, que nuestra temporada estaba siendo muy buena, estábamos jugando muy bien y creo que nos pudo el nerviosismo. Había muchas ganas y mentalmente no supimos cómo gestionar ese partido y la decepción fue enorme.

Ahora, en cambio, la impresión es que el equipo está emocionalmente mucho más preparado.

C.G: Yo creo que sí. No sé lo que va a pasar el 30 de mayo y está claro que ellos son muy buenos. Pero seguramente a ilusión y motivación no nos van a poder. Creo que es por ahí donde vamos a empezar a ganar la final.

Cada vez salen mejores jugadores pero va a costar que el equipo tenga una columna vertebral como la que actualmente forman Iraizoz, Iraola, Gurpegi y Aduriz.

U.B: Alguna gente ya me ha dicho que al renovar Gurpe para mí es un problema al ser defensa. Al contrario, estoy muy agradecido, transmite seguridad.

C.G: ¡Qué te voy a decir! Es algo que va marcando el fútbol. Cuando empecé estaba gente como Isma o Etxebe y se marcharon Alkorta, Bittor Alkiza o el propio Josu (Urrutia). Parece que te vas a quedar huérfano y piensas que cómo vamos a sacar esto adelante. Pero esto sigue, tienes el ejemplo de Llorente o Aduriz, sale un futbolista como Susaeta y supera los 300 partidos, viene Javi, se va y aparece Aymeric. El equipo se va reinventando y mo me cabe ninguna duda de que gente que está ahora va a adquirir más responsabilidades porque el propio fútbol y sus necesidades se lo van a marcar.

Pero ahí entra en juego el elemento de la fidelidad. Le dieron un premio a LeTissier en San Mamés pero aquí existen ejemplos como el de Iraola. Empezar y acabar en el Athletic es un valor.

C.G: Para mí es muy importante que gente como Iturraspe o Muniain hayan renovado. Son muy buenas noticias, no solo para la institución, lo son fundamentalmente para los que vienen de abajo. Tras los fiascos que nos hemos llevado con los jugadores que se han marchado, es importante que haya quien quiera hacer toda su trayectoria aquí.

U.B: Sí, es muy importante que haya gente que quiera seguir, casos como el de Itu, ver que se ha ido gente de mucho peso y el año pasado el equipo entró en Champions…

C.G: Yo creo que el ejemplo de Andoni Iraola es como para ir a los vestuarios de las categorías inferiores y poner un vídeo suyo. Ha jugado más de 500 partidos, entre los cinco que más ha disputado con la camiseta del Athletic, ha sido seguido por otros clubes o le han llamado para la selección española. Hay que recordar que tuvo la posibilidad de jugar una Eurocopa, que España ganó después, y renunció diciéndole a Vicente Del Bosque que no estaba preparado por no encontrarse bien del pubis. Para mí eso tiene un valor incalculable, es para que lo vean todos los chavales y sepan lo que pueden conseguir y mejorar aquí.

U.B: Al final, para mí, esos siempre han sido mis referentes. Yo me he estado fijando en Andoni, me encantaría ser como él o como Gurpe. Supondría lo máximo.

CG: Sí, al final, eres central o lateral y eso también influye. Luego está lo de Aritz, que ha jugado en el Valencia en Champions, ha venido aquí, pelea, se deja todo y mete golazos increíbles. Está porque él quiere estar aquí.

U.B: Lo que pasa es que muchas veces influye el entorno, toda la bola que mueve el fútbol…

C.G: Fuera hay cosas muy buenas, seguro, pero hay que enseñarles que aquí si trabajas bien puedes conseguir logros importantes. Es clave que sepan dónde están y lo que supone.

Luego está todo lo que se genera en torno al club en positivo, la ola con la final ha llegado algo más tarde que hace tres años pero ya ha explotado. Se palpa.

U.B: Se vive diferente y quieras o no intentas un poco abstraerte. Al final me centro en venir a Lezama e intentar aportar lo máximo. En cuanto al ambiente, más siendo de Bilbo como yo, te felicita mucha gente. Así como otros años he podido vivirlo como aficionado, te unes a ese ambiente, lo sientes más, pero ahora intentas ser un poco frío, guardar energías para la final.

Y en casa más de una vez historias sobre la Gabarra.

U.B: Eso está claro, te juntas en una comida familiar y se te hincha un poco el pecho, pero intentas gestionar las sensaciones.

Porque el Athletic es un nexo de cohesión social muy importante, más en estos tiempos en los que mucha gente lo está pasando muy mal. Una ilusión colectiva para celebrar cosas en positivo.

U.B: Totalmente.

C.G: Poder ganar una final para nosotros es impresionante. Creo que por mucho que lo pensemos no sabemos lo que supone ganar el partido contra el Barcelona y todo lo que va a significar para el club. Hay gente a la que le están quitando las casas, es una situación durísima, y estoy seguro de que esa gente también se alegrará si ganamos. ¡Y la tenemos ahí!

Pero hay que tener en cuenta el rival que está enfrente.

C.G: No lo van a disfrutar ni una décima parte de lo que lo vamos a hacer nosotros.

Sí, en cierta medida, parafraseando a lo que decía Andoni Iraola en el vestuario de Old Trafford, el partido del sábado es un pasaporte a la inmortalidad.

C.G: Así como cuando estas abajo, el ser el primero en descender queda para toda la vida, esto es igual pero en positivo.

¿Lo habéis soñado?

C.G: ¡Cuantas veces me he visto corriendo con el trofeo por el campo! Si se pudiera plasmar lo que me pasa por la cabeza…

U.B: Y goles no te puedes ni imaginar....

C.G: Sí, sí, es la bomba. Ves los vídeos y piensas que estar uno ahí tiene que ser la hostia.

Ellos son el mejor equipo del mundo y más de lo buenos que son, hablando con los miembros del vestuario, se ve que existe una convicción de que el Athletic puede competir con cualquiera.

U.B: Mira cómo está Gurpe, la ilusión que nos hace llegar, genera una motivación increíble.

C.G: Sabemos que es el partido de nuestra vida, mientras que para ellos, de los tres títulos es al que menos importancia le dan, seguro. Entonces, tenemos que partir de ahí, es el partido de nuestras vidas.

Siguiendo lo que dijo Bielsa en su famosa charla, «muchachos, la revancha está aquí».

C.G: Sí, no hay duda, en su campo, sería algo histórico.