Joseba VIVANCO
Athletic

Resaca copera entre desilusión y resignación

Los rojiblancos compitieron en el juego, pero nunca en el marcador y solo se impusieron en la grada.

Desilusión: El Athletic ha perdido las últimas 4 finales de Copa que ha jugado; sólo había pasado, hasta la fecha, con Madrid y Real Sociedad. Resignación: El Athletic solo ha ganado uno de sus 24 últimos partidos ante el Barça. Quizá sean dos de las palabras que mejor definen el trauma postpartido, endulzado por el postrero gol de Williams y la satisfacción de demostrar que la rojiblanca sigue siendo una afición única. Enorme lección la que dio durante el fin de semana en Barcelona y espectacular en el estadio, compitiendo en decibelios con una grada culé que tampoco desmereció. Pocas veces se vivirá en un campo de fútbol lo que este sábado. Como diría Eduardo Galeano, «rara vez el hincha dice: ‘hoy juega mi club’. Más bien dice: ‘hoy jugamos nosotros’». Y así fue. Jugaron. Porque, y añade, «bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música». Quizá por eso son de agradecer las palabras de la plantilla bilbaina tras la dolorosa derrota, porque toda derrota lo es, y prueba son las lágrimas de algunos de ellos desde el césped. Desde Ernesto Valverde a Andoni Iraola, todos lamentaron no haber podido corresponder a los suyos con un título que se merecen desde hace mucho.

Poco después del mediodía de ayer la expedición rojiblanca tomó tierra en Loiu. Allí aguardaban unos cuantos fieles, no tantos como en la ida –el retorno por carretera o tren desde Barcelona se hizo largo–, pero que sí quisieron saludar a sus jugadores. Aquella cita bielsista de «no me quieran porque gané, quiéranme para ganar». Porque a los leones no se les puede negar esta vez es que al menos compitieron, quizá no en el marcador, pero sí en el juego hasta el pitido final, incluido ese conato de rabia final ante el gesto incalificable de Neymar. El Athletic dio la cara, quizá hasta donde pudo, hasta donde le dejaron, hasta donde quiso Leo Messi... El rosarino ha marcado 15 goles en 21 partidos ante el Athletic; 10 de ellos en 12 partidos en el Camp Nou. Una pesadilla.

Fue el partido con menor posesión de los de Valverde en toda la temporada, menos del 27%. Y apenas ocasiones, salvo la del gol y el balón al larguero, a cargo del joven Williams. El resto del equipo, a excepción de un buen Iago –cuatro buenas paradas solo en la primera mitad–, se vio superado esta vez no por la situación como en Bucarest o la derrota de antemano como en el Calderón, sino por un Barcelona al que, no lo olvidemos, ni el mismísimo Pep Guardiola ha sabido pararle los pies. «En el fútbol se paga el gol y ellos tienen al mejor jugador del mundo y a tres de los diez mejores», asumía el guardameta.

Sin De Marcos y Muniain

Sobre la afición está todo dicho. Si con Messi los epítetos se han agotado, la parroquia rojiblanca no deja de superarse con cada ocasión que puede. «Para eso jugamos, para darle alegría a la gente», sostenía José Ángel Iribar. Pero lo vivido en la grada y las calles de la Ciudad Condal no deben ocultar lo dibujado sobre el césped. En las tres últimas finales de Copa entre ambos equipos siempre se marcó un gol antes del minuto 15. Esta vez, el Athletic consiguió amarrar al Barça, entorpecer sus llegadas hasta el 20. Antes, es verdad, Neymar marcó un tanto anulado y que parece fue legal.

Txingurri renunció a su clásico 4-2-3-1 de toda la temporada y apostó de salida con el reciente 4-4-2, con la sorpresa de un Bustinza que solo llevaba 100 minutos jugados en Liga, que trató de mantener el tipo pero se quedó ‘enganchado’ rompiendo el fuera de juego en el 2-0, como le pasó en los dos goles mal anulados al Atlético en el Calderón este curso.

Un Athletic sin De Marcos, uno de los jugadores clave del equipo como revela que sin él tiene un ratio de victorias del 25% esta campaña entre todas las competiciones, en comparación con el 40,4% con él. Y sin él y sin Muniain las prestaciones bajan. La marca a Messi al alimón entre Balenziaga y Mikel Rico surtió el efecto justo. Los hombres de la medular, Beñat o San José, se vieron superados por el toque azulgrana. Iraola sufrió en su adiós. Aduriz no apareció y en el tercer gol hubo una falta de entendimiento que aprovechó el de siempre.

Valverde habló de milagros en la previa del partido. Lo que sucede es que incluso habiendo rezado de rodillas, este Barça no conoce el perdón. Y lo que sucedió sobre el césped fue fiel reflejo de la diferencia abismal entre ambos. Era una misión imposible. Pero no se podía decir salvo con la boca pequeña. Nueva final perdida. Y empieza a escocer. Nos consolamos con que, como diría Andoni Zubizarreta, «el Athletic tiene que caminar siempre con la cabeza alta y mirando al horizonte. ¿La meta?, la meta es el camino». Sí, pero como le respondería el periodista Enric González, «ganar en realidad es bastante estúpido aunque sospecho que debe ser bastante feliz». Seguro que sí.

Invitados al vídeo de los mejores goles de Messi

Cierto entrenador ruso de los años sesenta sostenía que «la marca al hombre humilla, insulta y oprime moralmente al jugador que debe hacerla». A Mikel Balenziaga le tocó ser la sombra de Leo Messi, precisamente, el hombre sin sombra. Y para desgracia del de Zumarraga, el gol del argentino estará en adelante estrechamente hilvanado a su nombre, cada vez que el Athletic vuelva a una nueva final de Copa, cada vez que se repasen los mejores goles de la ‘Pulga’. Como le sucedió al gallartino Del Horno cuando Mourinho le encomendó frenar al ‘10’ y acabó expulsado por una fea entrada. Y allí aparecerá Balenziaga, y Beñat marcando la línea de cal, y Rico tratando de dar una zancadilla imposible... ¿Cómo se para a Messi? Seguiremos esperando respuesta. J.V.

El 1 de julio arrancará la pretemporada

El club comunicó ayer que la pretemporada de los rojiblancos arrancará el próximo 1 julio, un mes justo de vacaciones. Será el 2 cuando realicen su primer entrenamiento. El 30 de julio jugarán el partido de ida de la 3ª ronda de la Europa League.

Por la tarde, animando al filial en San Mamés

Gran detalle el de la plantilla rojiblanca, algunos de cuyos jugadores acudieron junto a Ernesto Valverde, José Mari Amorrortu y José Ángel Iribar al partido del Bilbao Athletic en San Mamés. Por allí estuvieron De Marcos, Beñat, Iago, Iturraspe, Williams...