Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Un día de fiesta que mira ya a la urna

Gure Esku Dago dio otro paso con una jornada festiva y reivindicativa que movilizó desde la mañana a decenas de miles de personas en Baiona, Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea y que ya por la tarde, en los estadios de San Mamés y Anoeta, así como en la plaza de toros de la capital navarra, reunió a unas 60.000 personas. La jornada intenta abrir la fase definitiva de esta dinámica por el derecho a decidir: la etapa de la decisión. Su mirada se fija ya en las urnas, conscientes de que para ello será necesaria la suma de voluntades entre diferentes a través del acuerdo. Un horizonte al que apunta con fuerza Gure Esku Dago.

Intensa jornada de movilización de la mañana a la tarde la que vivió ayer Euskal Herria por el derecho a decidir, y que tuvo en Baiona, Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea sus epicentros. En realidad, no era sino el punto seguido a una dinámica que demostró el 8 de junio de 2014 que no es un movimiento efímero y que, tras un año de trabajo en pueblos y barrios de todo el país con sus diferentes realidades, volvió a mostrar que genera adhesión e ilusión entre una amplia parte de la ciudadanía.

Metros y metros de telas multicolores, estampadas con mensajes de diversa índole, simbolizaron la voluntad de decenas de miles de vascas y vascos de poder elegir su destino, como lo han hecho en Escocia y teniendo como referencia también al movimiento nacido en el seno de la sociedad catalana. Gure Esku Dago camina ya a un nuevo estadio, como lo harán en 2016 los vecinos de las localidades vizcainas de Dima e Ispaster, y como ocurrió antes en Arrankudiaga y Etxarri-Aranatz.

Ayer, una representación de sus vecinos anunciaron cuál es su voluntad en los actos celebrados en San Mamés y Anoeta, recibiendo el apoyo de las miles de personas que acudieron a esos estadios. No fueron todos los que participaron en la jornada, pues resultó muy superior el número de personas que se sumaron al mediodía a las cadenas de telas en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria y en la labortana, y muchos más los que llenaron sus calles en ambiente festivo posteriormente.

En una primera valoración, Gure Esku Dago estimó que «todas sus expectativas» se habían superado en las cadenas de telas, no así a la tarde, donde quedaron asientos vacíos en los estadios y en el coso iruindarra. «Queremos transformar esos asientos vacíos en un ofrecimiento. Un ofrecimiento a los ciudadanos que todavía no se han unido a este movimiento», indicaron.

Hicieron este llamamiento con «humildad, determinación y voluntad» porque creen que «en este pueblo son los ciudadanos los dueños de esos asientos vacíos».

Desde la mañana, el color de las camisetas que vistieron miles de personas conformó un multicolor marea, con decenas de miles de personas convertidas en gotas de agua en las orillas del Errobi, el Ibaizabal o el Urumea.

La dinámica lo quiso dejar bien claro en los actos desarrollados a lo largo de esta, que tuvo un carácter festivo muy marcado y acompañado de una excelente climatología: «La creación de Gure Esku Dago puso sobre la mesa lo que ya de antemano todos y todas conocíamos: Que el derecho a decidir es el nexo de unión entre diferentes y que es la clave principal para que la ciudadanía decida su futuro»,.

El hito de la cadena humana

Sin duda, y ayer lo recordaron, la cadena humana de 123 kilómetros entre Durango y Iruñea del año pasado sirvió para dar pasos firmes en la senda de la decisión y, tal y como subraya este movimiento, les reafirmó en su confianza en la ciudadanía para dar pasos en la senda de la decisión. «Una ciudadanía diversa y plural, pero capaz de crear esta única urna partiendo de cada uno de los retazos de tela que hemos rellenado en pueblos y barrios», explicaron.

En el mensaje central de la jornada, Gure Esku Dago incidió en que no nació solo para reivindicar. Por ello, «hoy miles de ciudadanos hemos dirigido nuestra mirada en cinco capitales vascas a las urnas, a la decisión, a las urnas tejidas en base a la voluntad de cada una de nosotras». Desde ese punto de partida, anunciaron que, a lo largo de los próximos meses, iniciarán la etapa de la decisión, «la fase definitiva de esta dinámica, la que comienza hoy y terminará el día en que ejecutemos el derecho a decidir».

Construir la decisión

A juicio de la dinámica, es el pueblo quien «debe construir su propia urna para poder decidir». «Debemos tejer voluntades para ello y en eso estamos trabajando desde nuestra constitución. Tejer voluntades – insistieron de nuevo–; acordar el qué, el cómo y el cuándo; y, finalmente, decidir. Esa es nuestra vía».

Gure Esku Dago añadió que su oferta a la ciudadanía es triple: «Ambición, determinación y voluntad ciudadana». Y lo detallaron a continuación, punto por punto: «Ambición para llegar a nuestros objetivos finales. Determinación, el cambio de chip, que supone el hecho de decir Gu-re Es-ku Da-go [Está en nuestras manos]. Y voluntad de llevar a último término la reivindicación de miles de ciudadanos reflejada en cada uno de los retazos de tela que hoy conforman la urna».

A partir de esta jornada, insistieron, comienza la etapa de la decisión, que la dinámica considera «la fase definitiva». «Construyamos el futuro entre todos y todas. Construyamos –repitieron– nuestra propia urna, la decisión de mañana».

A los actos acudieron representantes políticos, especialmente de EH Bildu y PNV, que coincidieron en situar la jornada como un paso adelante y reivindicar el derecho a decidir como necesidad democrática.