Beñat ZALDUA
BARCELONA
PROCESO CATALÁN

La ANC debatirá la propuesta de Mas para ponerse al frente del 27S

El pasado sábado, el president, Artur Mas, sorprendió al proponer que las entidades soberanistas impulsen una candidatura unitaria para las elecciones plebiscitarias del 27 de setiembre. Tras reunirse ayer con él, las entidades debatirán ahora una fórmula que genera recelo en los otros dos grandes partidos independentistas, ERC y CUP.

Vuelve la marejada a la familia independentista. En un ejercicio de prestidigitación política, el president, Artur Mas, desenterró el pasado sábado la idea de una lista unitaria para las elecciones plebiscitarias del próximo 27 de setiembre. Lo hizo pidiendo a las entidades soberanistas que den un paso al frente y encabecen una lista de país capaz de sumar una mayoría. Una lista en la que tanto Mas como su partido, Convergència, estarían dispuestos a diluirse. «No es una lista del president, sino una lista con el president», apuntó el sábado Mas, quien se ofreció a no encabezar dicha candidatura.

Tras el parón dominical, ayer fue el día de las reacciones, empezando por los principales aludidos: la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI). Tras reunirse discretamente el domingo, las entidades pidieron una reunión con Mas para escuchar de primera mano la propuesta del president. Un encuentro que tuvo lugar ayer mismo en el Palau de la Generalitat y en el que, según fuentes del Govern citadas por medios catalanes, Mas se habría comprometido a convocar las elecciones del 27S tanto si las entidades aceptan encabezar una lista unitaria como si no.

En un escueto comunicado enviado a la prensa posteriormente, la ANC señaló que «durante la semana se reunirán los órganos de representación de la entidad para estudiar la propuesta en cuestión». En el mismo comunicado, la Assemblea se comprometió a continuar «con la misma fuerza la campaña para consolidar el proceso y ampliar la mayoría social por la independencia, ya que es el objetivo prioritario de cara a ganar el 27 de setiembre». De esta manera, la ANC pasó ayer de puntillas sobre una cuestión que ya elevó la tensión interna de la entidad a cotas importantes cuando Mas propuso su lista unitaria después del 9N. Y es que la Assemblea es el espacio más transversal de todo el independentismo catalán y muchas de las sensibilidades que también incluye no quieren oír hablar de la mentada lista unitaria.

Reticencias en ERC y CUP

Quienes rechazan la confluencia independentista, como ya lo hicieron tras el 9N, son las otras dos principales formaciones independentistas, ERC y CUP, que ven en la jugada de Mas un intento por resucitar la malograda lista unitaria. Un debate que creían superado. En cualquier caso, los republicanos trataron de mantener ayer el tono cordial y su portavoz, Sergi Sabrià, se limitó a subrayar la necesidad de «preservar la independencia» de las entidades soberanistas, a las que calificó de «auténtico motor del proceso». «No interferiremos en la vida de las entidades», añadió Sabrià, que concluyó pidiendo a la ANC y al resto de afectados «que no se paren, porque los necesitamos bien activos».

Más duro, el diputado de la CUP Quim Arrufat calificó de «gastada» la propuesta de Mas el mismo domingo. Consideró que el papel de las entidades debería ser «empujar desde fuera y no preocuparse de encabezar o construir listas o intervenir entre partidos». Arrufat lamentó que lo que Mas consigue con su propuesta es crear «desconcierto» a menos de 100 días para las elecciones plebiscitarias.

Sin Unió, CDC estrena un Govern marcadamente independentista

El president, Artur Mas, nombró ayer a tres nuevos consellers para ocupar los puestos abandonados por los tres representantes de Unió, cuya dimisión precipitó la semana pasada la anunciada ruptura de la coalición CiU. El diputado en Madrid Jordi Jané sustituirá al secretario general de Unió, Ramon Espadaler, al frente de la conselleria de Interior; mientras que la diputada en el Parlament Meritxell Borràs ve recompensada su labor en delicadas comisiones como la del caso Pujol con la conselleria de Governación, que asume de manos de Joana Ortega. Por su parte, Jordi Ciuraneta, poco conocido para el público, substituye al democristiano Josep Maria Pelegrí al frente de Agricultura.

Además de estas tres nuevas figuras, Mas ascendió a la consellera de Bienestar Social, Neus Munté, a vicepresidenta del Govern, cargo que hasta ahora ostentaba también Ortega. La vicepresidenta saliente entregó ayer a Munté una urna como símbolo de la consulta del 9N, de cuya logística se hizo cargo y por la cual tiene una querella criminal en su contra. «2.344.828 gracias», se despidió Ortega (que deja la política), haciendo así referencia al numero de participantes en la consulta del 9N.

El ascenso de Munté, abogada laboralista que también asumirá desde ahora la función de portavoz del Govern (puesto en el que releva a Francesc Homs, que se mantiene como conseller de Presidencia), fue interpretado como un esfuerzo por marcar perfil social de cara a las elecciones del 27S. Los cambios dejan además un ejecutivo integrado casi exclusivamente por militantes de CDC, resultando de ello un grupo de trabajo estrictamente independentista. Elemento clave también para las elecciones plebiscitarias.B.Z.