«Los chavales dicen que están como siempre», sintetizó ayer Cuco Ziganda el estado anímico de sus jugadores ante el que no dudó es el «partido que hemos soñado», este domingo, a mediodía, en el Ramón de Carranza, con el termómetro recocido como se espera a esa hora, «pero encantados de ir, aún con esos 40º». Y es que los cachorros están ante el partido de sus vidas. No solo por lo mucho que hay en juego, no solo por el rival, no solo por el escenario en el que se juega, por la novedad de hacerlo ante más de 20.000 aficionados rivales, sino porque para ellos, para muchos de ellos, para algunos de ellos, este partido puede marcar su futuro. «Van a sentirse futbolistas más que nunca y la idea tiene que ser la de ‘aquí estoy yo y quiero ser futbolista, y me voy a agrandar ante esto’», lo escenificó el entrenador navarro.

Último entrenamiento ayer en Lezama, comparecencia de Ziganda antes de viajar a tierras gaditanas y toda la plantilla, salvo algunas molestias musculares de Jurgi Oteo que le hacen ser duda, disponible. «El esfuerzo el fin de semana pasado fue máximo, lo dieron todo y el cuerpo se resiente, pero ya han recuperado. Todos bien», tranquilizó, con ese desgaste físico sobrevolando y que el equipo evidenció en el último tramo ante el Cádiz en San Mamés. Se puede trabajar en la recuperación, en la hidratación, pero si hay un bajón físico durante el encuentro es inevitable. «La temporada está siendo muy larga. Llevaremos unas 280 sesiones de entrenamiento y hay jugadores que lo están notando. Pero es que nosotros entrenamos a tope siempre no para estar listos el 28 de junio, sino para llegar al primer equipo», puso de manifiesto un Cuco que cree que es «muy bonito verles cuando corren... hasta que acaban reventados». Si luego no consiguen la meta, «solo queda aplaudirles por su esfuerzo».

El reto del domingo es mayúsculo. «Espero otro Cádiz. A nosotros nos salió un gran partido y a ellos el peor del año. La diferencia no es la que se vio en la ida. Ahora hay que intentar que esa superioridad no sea al revés», avisó de un encuentro que espera «muy largo pero para los dos, no solo para nosotros». Espera un Cádiz «que irán a por todo, intentando balones al área, jugando con la estrategia... Ahora quieren evocar el espíritu de la remontada y en un gran partido suyo nos pueden dar la vuelta al resultado».

El partido soñado. «Es el de mayor aprendizaje que van a jugar» los cachorros. Por todo lo que lo envuelve. «Pero jugar en Sestao o Barakaldo para los chavales también es duro ¿eh? Son partidos para hombres... pero aquí es cuestión de fútbol, fuerza y personalidad», defiende. Los chavales «están como siempre», insiste. Buena señal.