Asier AIESTARAN
Pelota

Cambio en todos los sentidos

La inesperada victoria de Mikel Urrutikoetxea en el Manomanista supone aire fresco para una modalidad poco dada a las variaciones.

La txapela del Manomanista ganada por Mikel Urrutikoetxea ha supuesto un pequeño terremoto en el mundo de la pelota. No solo porque el campeón sea vizcaino, algo que no ocurría desde hace casi 40 años, sino porque rompe con el dominio casi absoluto de Olaizola II y Martínez de Irujo en los campeonatos de los últimos años.

Hasta ayer, Bengoetxea VI, en 2008, y Xala, en 2011, fueron los únicos capaces de desbancar al de Goizueta y al de Ibero en más de una década: concretamente desde la txapela de Irujo en 2004. Y al igual que el título de Xala en 2011 potenció la pared izquierda en Iparralde de forma considerable –unido a sus victorias por Parejas o el título de Gonzalez en el Cuatro y Medio–, la txapela de Urrutikoetxea puede servir también para reavivar el interés por la pelota en el territorio vizcaino.

Bizkaia ha contado en los últimos años con un número considerable de manistas profesionales, y los sigue teniendo, pero lo cierto es que hasta la llegada de Urruti no había un pelotari al que se le viera la capacidad real de poder asaltar la txapela. Imanol Agirre, semifinalista en 2002, podría ser el último referente en la especialidad. «Creo que para la pelota vizcaina y los chavales que están empezando es una ilusión añadida», reconocía el propio Urrutikoetxea.

Un campeón que introduce novedades también en otros aspectos. Resulta llamativo que el pelotari más joven en ganar la txapela desde Oinatz en 2008 –el de Zaratamo tiene 26 años– apenas celebrara semejante logro. «Estuve un poco con la gente del barrio, cenamos algo, pero para las doce y algo ya estaba en la cama», admitía ante las cámaras de ETB. Y con la misma naturalidad reconocía que su primer trabajo tras ganar la txapela fue hacer la declaración de la renta ayer mismo.

También quiso agradecer el apoyo recibido en todo momento por parte de Oinatz Bengoetxea, cuya lesión le ha permitido jugar –y ganar– su primera gran final. «Me dijo que si era capaz de ganar a Aimar en la final sería campeón con todo merecimiento, y tengo que agradecerle ese apoyo», admitía con franqueza el delantero vizcaino.

Otra puerta en San Fermín

Una txapela, en cualquier caso, inesperada incluso para su propia empresa, que tiene un pequeño quebradero de cabeza con el nuevo campeón. Y es que se da la circunstancia de que Asegarce no incluyó a Mikel Urrutikoetxea en el Torneo de San Fermín, la competición que atraerá el interés de los aficionados durante la próxima semana y media. En el tradicional festival del mediodía del día de San Fermín, por ejemplo, el de Zaratamo está programado para el primer partido, telonero de la final del Cuatro y Medio navarro.

Pero otra vez, la lesión de Oinatz le puede abrir una puerta al vizcaino, ya que parece el sustituto ideal si el de Leitza acaba causando baja por su dedo.

Olaizola II se desquita con victoria en Mungia

Ni una jornada de descanso. Apenas 24 horas después de caer en la final, Aimar Olaizola volvía a vestirse de blanco para jugar en Mungia. El de Goizueta pudo desquitarse de la derrota del domingo imponiéndose 22-19 a Berasaluze II y Albisu. Suma y sigue, ya que el navarro afronta dos semanas de intensa actividad. Mañana volverá a jugar por parejas en el Uranzu de Irun, con Untoria contra la misma dupla que ayer. El sábado se enfrentará a Iker Arretxe en la semifinal del Cuatro y Medio Navarro. Y si gana, en la feria sanferminera jugará la final de la jaula, además del torneo de parejas, con Untoria de zaguero.A.A.