Alberto CASTRO
Al cierre

El desacuerdo tumba a las bolsas

El carpetazo a las negociaciones entre Grecia y los acreedores fue un varapalo para los mercados de renta variable. Lo que siempre se planteó como algo imposible puede suceder a corto plazo: su salida de la moneda única. Sin embargo, antes de que Bruselas le enseñe esa puerta de salida, el gobierno de Alexis Tsipras ha decidido dejar la última palabra a la población con la convocatoria de un referéndum para el próximo 5 de julio. Desde Europa se proclama que la puerta no se cerrará por completo hasta ese día, en el que esperan una respuesta positiva de la mayoría a las dramáticas condiciones impuestas por los acreedores. En este contexto aciago, tanto para Grecia como para la eurozona, el día de ayer fue un hervidero, con la adopción del control de capitales, las declaraciones catastrofistas sobre el futuro de la población y algunas reflexiones que trataban de mantener encendida la llama de la esperanza por encima de todo. Al final de la jornada, el Ibex cayó un 4,56%, hasta los 10.853,90 puntos. Es su peor día desde agosto de 2012. La reacción a la baja no fue distinta en París (-3,74%) y Fráncfort (-3,56%), mientras que Londres cedió un 1,97%. La preocupación viajó también al otro lado del Atlántico, donde los índices principales bajaban más de un 1% al cerrarse las negociaciones en Europa. En el Ibex, los peores fueron Popular (-7,18%), Santander (-6,70%), Sacyr (-6,45%), Abengoa (-6,30%), OHL (-6,10%) y BBVA (-6,02%). Hasta 20 valores más del selectivo, entre ellos Telefónica, Repsol, Inditex e Iberdrola, cedieron por encima del 3%. En París, Societé Génerale (-5,32%), Crédit Agricole (-5,02%) y BNP Paribas (-4,89%) pagaron la factura de su exposición al país heleno.