Raimundo Fitero
DE REOJO

Excesos

En “La otra vuelta de tuerca”, el programa de entrevistas que conduce Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos, ha aparecido Baltasar Garzón durante sesenta y un minutos. Las entrevistas se realizan a la vieja usanza, preguntas elaboradas y contestaciones largas, con el tiempo para que se pueda explicar el entrevistado sin premuras ni tensiones añadidas. Un espacio sencillo, una mesa, dos sillas y dos vasos, con fondo negro y con apenas incursos de vídeos para contextualizar. Iglesias no es un ducho entrevistador, pero al menos es buen escuchador y mantiene un tono de respeto, incluso de admiración, con sus invitados.

Baltasar Garzón es un encantador de serpientes, un buen comunicador y cuando se le trata con tanto cariño reverencial es capaz de hablar dando muchas pistas. Y de esta entrevista lo que se puede destacar es que reconoce «los excesos cometidos en la lucha antiterrorista». Excesos que relata de manera precisa: maltratos, conculcación de derechos, tortura. Entonces aclara que los jueces de la Audiencia Nacional no podían investigar los casos tortura, sino que debían ser en los lugares donde se cometían. Vale, se quita el torturado de encima, pero nos indica que eso fue consentido de alguna manera y que hay que asumir ese error y combatir los excesos lo que le llevó a redactar un protocolo para las detenciones que se conoce por su apellido.

Sobre los GAL pasa de refilón. Se pone las medallas ya conocidas sobre su intervención en la “Justicia universal” y los casos más sonados, lo que nos lleva a una conclusión: es un juez ejemplar, magnífico, una joya.

Lo de prevaricador es por culpa de un complot de las fuerzas oscuras. Tiene todo muy bien argumentado y un problema para cada solución. O al revés. Duda, ¿irá en las listas de Podemos?