Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

Una década de espera para entrenar al Eibar en Primera

Una vez finiquitado el contrato de Gaizka Garitano, el club presentará hoy a José Luis Mendilibar como nuevo entrenador. El técnicovizcaino vuelve a ocupar el banquillo azulgrana diez años después de haber rozado el ascenso a la máxima categoría.

El 18 de junio de 2005 es una de esas fechas marcadas a fuego en la memoria de los eibarreses. En aquella última jornada de la temporada, su equipo no pudo pasar del empate ante el Racing de Ferrol y tuvo que conformarse con cerrar en la cuarta plaza un curso en el que se soñó con lo que por aquel entonces parecía un imposible. La familia azulgrana decidió quedarse con los buenos momentos vividos y el «larguerazo» se celebró como si de un ascenso se tratara.

Pero no fueron pocos los protagonistas de aquella gesta, que lo fue, a los que se les quedó una espina clavada. Lo ha reconocido en numerosas ocasiones Gaizka Garitano, jugador armero entonces, que pudo quitársela con creces llevando al Eibar, ocho años después, a encadenar dos ascensos para llegar a Primera. Ahora, el deriotarra cede su hueco en el banquillo al que fuera su entrenador en aquella temporada de ensueño. Diez años han pasado desde que José Luis Mendilibar rozara el milagro con el Eibar. Diez años con una espinita que, ahora sí, podrá sacarse también. Si el TAD, claro, no dice lo contrario.

Porque ayer se confirmó el secreto a voces. El zaldibartarra dirigirá al Eibar, en principio acompañado por Iñaki Bea y su inseparable Toni Ruiz, tras firmar un contrato por una temporada, prorrogable en caso de permanencia. Un contrato similar al de Gaizka Garitano, que ayer quedaba finiquitado, tras unas negociaciones que, en un ambiente enrarecido, se habían dilatado mucho en el tiempo. Curiosamente, se especula con su posible fichaje por el Valladolid, club que se disputaba con el Eibar el fichaje de Mendilibar.

El zaldibartarra, bien apreciado en ambos destinos, ha acabado decantándose por el banquillo de Ipurua. Al mismo llegó en 2004, joven y con muy poquita experiencia profesional, lo que no impidió que protagonizara una temporada de ensueño, en la que el Eibar no solo rozó el ascenso, sino que encandiló con su juego, desterrando (casi) por completo los tópicos que le habían acompañado desde tiempos inmemoriales.

Tras solo un curso en Ipurua, recaló en el Athletic con escasa fortuna. No hubo paciencia en Ibaigane y después de nueve jornadas, Mendilibar era cesado. Le fue mucho mejor en Valladolid. En su primera campaña ascendió a los pucelanos y les mantuvo dos años en Primera. En su cuarto curso las cosas fueron peor y acabó siendo destituido. Fue parecido en Osasuna. Llegó en febrero de 2011 y encadenó tres permanencias pero un mal arranque en la 13/14 le costó el despido. Menos tiempo tuvo en el Levante, al que llegó el verano pasado y en el que le cesaron tras ocho jornadas de Liga. Cicatrices y buenos recuerdos, experiencia en definitiva, que ahora aplicará en el Eibar.

Tras el parón, un verano de mucho movimiento

La llegada de José Luis Mendilibar da el pistoletazo de salida a la configuración del nuevo proyecto, en el que trabaja la dirección deportiva del Eibar desde hace tiempo pero que todavía no ha dado frutos oficiales.

Más allá de la categoría en que milite, necesita futbolistas. Ahora mismo solo hay nueve con contrato –Xabi, Lillo, Ekiza, Capa, Errasti, Dani García, Nieto, Saúl y Arruabarrena–, aunque alguno preferiría cambiar de aires, además del joven Ander Gayoso, cedido al Barakaldo. Queda también por resolver la situación de Lara y Jaime, cuyo contrato se renovaría automáticamente de seguir en Primera.A.U.L.

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