El Ministerio de Fomento de Madrid ha dado a conocer que el tramo del TAV entre Gasteiz y Burgos no figura en la lista de los 31 proyectos escogidos por la Comisión Europea para ser financiados. Eso pone en riesgo su ejecución a no ya a corto plazo sino a medio e incluso definitivamente puesto que las previsiones indican que costará 1.300 millones de euros, una cantidad inasumible para las arcas españolas, más en un contexto de crisis económica y paralización de la obra pública.

Ante la incertidumbre generada inmediatamente por la noticia, de la que informó en primer término el “Diario de Burgos” y fue difundida con rapidez, la ministra española de Fomento, Ana Pastor, aseguró que el proyecto «sigue adelante» y anunció que seguirá reclamando fondos a la UE para esta obra, aunque, según sostuvo, el Estado cuenta con financiación para acometer esa inversión.

Un metro «hipercaro»

Por el contrario, EH Bildu cree que con la negativa de Bruselas «cada vez es más evidente que el TAV será una isla sin conexión». Según valoró en una nota de prensa la coalición abertzale, el macroproyecto ferroviario «es una insensatez para enriquecer a unos pocos y que en la práctica no va a ser más que un metro hipercaro entre las tres capitales de la CAV».

EH Bildu cree que Madrid carece de capacidad económica para abordar la obra del tramo entre Gasteiz y Burgos en solitario, por lo que la «Y vasca» no tendría conexión hacia el sur, ni tampoco para el norte porque, tal como recordó, «los informes técnicos del Gobierno francés desaconsejan llevar el TAV de Burdeos a Hendaia».