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BILBO

Orkestra aconseja cambiar la política de atracción de capital extranjero

El Instituto Vasco de Competitividad de la Universidad de Deusto pide a las instituciones seleccionar las inversiones industriales orientadas a aprovechar los centros tecnológicos y el desarrollo de I+D que hay en la CAV.

Orkestra hizo públicas ayer en Bilbo las conclusiones del informe de competitividad que elabora cada dos años, que esta edición lleva como título “Transformación productiva en la práctica”, y que recoge una serie de medidas necesarias para avanzar hacia la salida de la crisis.

El trabajo constata que, desde su último estudio, la economía vasca ha empezado a registrar indicadores positivos que apuntan hacia la recuperación, como el incremento de las exportaciones, el inicio de la creación de empleo y la reducción del tiempo en que las empresas devuelven sus deudas, si bien advierte del «empeoramiento de los indicadores sociales».

Según señaló el coordinador del informe, Mikel Navarro, y la directora general de Orkestra, María Jose Aranguren, hacen falta políticas encaminadas a reducir las diferencias sociales y entre empresas, y «aprovechar el momento para que la salida de la crisis sea para todos», tratando de reducir las diferencias entre los colectivos y empresas mejor posicionados y los más desfavorecidos.

A su juicio, las instituciones vascas deben atraer inversiones extranjeras en el ámbito industrial, que hacen una apuesta a largo plazo, que ayudan «a crear» y que «aportan» así al desarrollo del país, frente a los inversores financieros, que llegan para comprar empresas aprovechando la oportunidad, con un planteamiento a corto plazo y especulador.

De esa manera, subrayaron que «no toda inversión de capital extranjero 'per se' es positiva» y por ello se debe seleccionar la más indicada para recuperar la economía vasca.

El Gobierno de Gasteiz debe «intentar vender de forma activa» los centros tecnológicos, el apoyo público a la innovación y la capacitación profesional de ingenieros y científicos, para lograr esas inversiones. «No va a haber desarrollo si no hay transformación productiva, basada en la generación de nuevas actividades», dijo Navarro, al tiempo que planteaba afrontar el reto de la fabricación avanzada, que afecta al 25% del tejido productivo vasco.