Mikel INSAUSTI
LO QUE HACEMOS EN LAS SOMBRAS

El documental definitivo sobre la vida y costumbres de los vampiros australes

El «mockumentary» o falso documental es un cruce de géneros que permite mucha libertad creativa, y el genial grupo neozelandés liderado por Jemaine Clement y Taika Waititi la ha sabido aprovechar al máximo. Jemaine Clement ya es conocido fuera de las Antípodas por su premiada serie televisiva “Flight of the Conchords” (2007-2009). Pero se sale definitivamente con esta asombrosa y divertida docuficción, distinta a todo cuanto se haya visto hasta ahora dentro o en los aledaños del cine fantástico y de terror. Porque la sensación que uno tiene al verla es como si fuera la versión actualizada de “El baile de los vampiros” (1967) de Roman Polanski.

¿Cómo se llega a eso? Pues, según el propio Jemaine Clement, intentando hacer algo parecido a la mítica serie televisiva inglesa “The Young Ones” (1982-1984), pero con unos eternos jóvenes vampiros que parecen la caricatura de los que Jim Jarmusch diseñó para “Solo los amantes sobreviven” (2013). Las secuencias en que Vladislav (Jemaine Clement), Deacon (Jonny Brugh) y Viago (Taika Waititi) interpretan una exótica música tradicional o cuando Deacon hace su baile ritual son impagables. El pobre Petyr (Ben Fransham), que es el cuarto vampiro de la comunidad, no les puede acompañar porque permanece embalsamado, cual Nosferatu, en su ataúd.

Viago es quien hace las veces de presentador e introductor en lo que se supone que es una hermandad secreta de no muertos, la más importante de la ciudad de Wellington (Nueva Zelanda). Luego iremos descubriendo que hay más especímenes, incluso también de otras razas como hombres-lobo, zombis o brujas. Todo esto el espectador lo va conociendo, gracias a que los cuatro hermanos vampiros han dado permiso para ser seguidos en su día a día por un equipo de grabación.

La realidad ficticia que nos presentan es absolutamente cinéfila, pero a un nivel casi enciclopédico. Todo cuanto está contenido en las mil y una películas vampíricas que se han hecho a lo largo de la historia del cine, de una u otra forma van saliendo en clave paródica. Siguiendo esos amplios conocimientos, y me imagino que algún tipo de pauta, los protagonistas se entregan a la pura improvisación, consiguiendo momentos inspirados, mágicos y enloquecidos.

El momento climático del baile antes referido sirve un poco como referencia en medio del anárquico desarrollo, pues se supone que van a asistir a algo así como una convención de todos los seres de Wellington que habitan en las sombras o en la oscuridad de la noche, a la cual llaman La Mascarada Diabólica. En ella Deacon se reencuentra con su amante ancestral, a la que apoda The Beast, delirante personaje incorporado por la actriz Elena Stejo.