Apenas una semana después de que “El País” entrevistara al presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, el mismo diario publicó ayer una entrevista con el lehendakari, Iñigo Urkullu, que al igual que su sucesor en Sabin Etxea hizo una mención clara y expresa de que la formación jeltzale quiere un pacto con el PSOE la próxima legislatura.

Así, a la pregunta de si van a extender el acuerdo con el PSE a Lakua y a las Cortes españolas, el mandatario autonómico responde que lleva tiempo «insistiendo en la necesidad de un pacto de Estado». «Se lo planteé a [José Luis Rodríguez] Zapatero y a Rajoy. Debe dar respuesta a la crisis económica y a la crisis institucional de confianza y valores, que, por cierto, ha generado nuevas formaciones y discursos. Debe abordar una reforma constitucional en la que el PNV está dispuesto a participar. Creo en los ejes vertebradores, en la necesidad de la estabilidad institucional desde la confianza y el respeto a las diferencias. El pacto con el PSE es un ejemplo de lo que queremos: apostar por una vocación de adhesión y no por el frentismo. Y me gustaría extenderlo con el PSOE en las Cortes en la próxima legislatura», apostilla a ese respecto.

Urkullu también considera que la falta de interlocución con los mandatarios españoles –y en concreto con Mariano Rajoy– tras el cese definitivo de la actividad armada de ETA «es un error mayúsculo», y considera que en Madrid «tendrán que contar con Euskadi, y con el PNV, para identificar un modelo de Estado del siglo XXI».

El lehendakari, asimismo, recuerda en la entrevista cuál es su planteamiento «para lograr un final ordenado de la violencia», y señala que se lo va a exponer al próximo Gobierno español, porque «en Euskadi lo necesitamos» y «es necesaria una política de Estado en relación con la memoria de las víctimas y en lo que incida en la normalización».

El entrevistador le pregunta también, respecto a un eventual nuevo estatus, si «es posible un acuerdo entre EH-Bildu, que defiende el derecho a decidir, y el PSE y PP», a lo que Urkullu responde que «el derecho a decidir no es algo que se resuma en un acto plebiscitario. Es algo más profundo, un proceso de participación de la sociedad con un final refrendado», y tras afirmar que ha planteado «un modelo basado en el diálogo, que sea ratificado por la sociedad vasca, que debe buscar la máxima adhesión y debe ser liderado por los partidos con representación institucional», apunta que «veo posible el concurso del PSE y de la izquierda abertzale».