Alberto CASTRO
Analista económico
SALIDA A BOLSA DE EUSKALTEL

Directivos y fondos hacen un negocio redondo

La salida a bolsa de Euskaltel trae un pelotazo en diferido para sus directivos, quienes dentro de un año podrán vender sus acciones sin mayores problemas –y con la actual polémica olvidada–, y un negocio redondo para los fondos.

La, salida a bolsa de Euskaltel del pasado 1 de julio se produjo en medio de un vendaval de críticas debido a los cuantiosos beneficios obtenidos por los directivos y los fondos de inversión con la operación. De momento, los primeros han optado por aplazar la toma de esos beneficios un año, con lo que dan satisfacción al Gobierno Vasco cuando les afeó su conducta por estas prácticas, aunque legales y habituales en estas operaciones de salida a bolsa, pero alejadas del modelo de «empresa vasca comprometida». Además, no es nada compatible con la política laboral de la misma compañía en los últimos meses, cuando ha despedido a cerca de 200 empleados.

Por tanto, los 24 directivos principales, que han recibido un bonus conjunto de 46 millones de euros, han hecho caso al requerimiento del PNV para invertirlo todo en acciones de la compañía, y no la mitad como inicialmente habían decidido. Pero dentro de un año podrán vender sus acciones sin mayores problemas y la polémica habrá quedado en el olvido. El viernes la acción cerró en 10,10 euros, un 6,32% por encima de los 9,50 euros del estreno, por lo que eleva a 1.278 millones de euros su capitalización.

Los directivos de Euskaltel han explicado que solo recogen los frutos de haber asumido riesgos con la adopción de un plan de incentivos. Esta clase de planes, dirigidos al equipo directivo, son impuestos generalmente por los fondos de inversión que toman parte en el accionariado de cualquier empresa. Por este plan de implicación en la compañía, los directivos han invertido entre 24.000 euros y 975.000 euros del patrimonio personal, de acuerdo a su responsabilidad. En total, han puesto 3,43 millones de euros, y han obtenido 46 millones de euros.

Junto al pelotazo en diferido de los directivos, también hace historia el negocio redondo de International Cable, cuyos accionistas son los fondos Trilantic e Investindustrial, que se han llevado 578 millones de euros, más cerca de 100 millones de euros del dividendo anterior a la salida a bolsa. Para pagar estos dividendos, Euskaltel amplió su deuda bancaria en 241 millones de euros, hasta un total de 470 millones de euros. Los fondos de inversión se han embolsado esas grandes cantidades en dos años y medio, tras hacer una aportación de 220 millones de euros.

Lo que para muchos es una trayectoria de éxito, ya que la compañía pasó de tener un valor de 475 millones de euros en 2012 y en bolsa ha salido con 1.202 millones de euros, para otros solo ha traído penalidades. Asi, la empresa, en su afán de reducir costes, ha optado por la línea de la subcontratación y ha reducido su plantilla en un 31% desde diciembre del año pasado. En esta ocasión, asimismo, se ha hecho imitando los modelos habituales en este sector, que hacen de la máxima rentabilidad su principal preocupación y han aumentado de forma alarmante en los últimos años la utilización de contratas, subcontratas y autónomos para cubrir sus servicios.

Los elevados pelotazos obtenidos por los directivos y los fondos de inversión se han justificado por el hecho de que es una empresa privada, olvidando su origen y las inversiones públicas iniciadas en 1992 para disponer de una red de telecomunicaciones propia.

En la actualidad, le une a Euskadi el 30,1% del accionariado de Kutxabank y las «cláusulas antiOPA» de sus estatutos.

Euskaltel dice haberse blindado con cláusulas de supermayorías para garantizar el arraigo. Así, no se podrán modificar los estatutos para el cambio de domicilio social o la sede de gestión si no es con el 75% de los votos de la junta general de accionistas.

Además, el Consejo de Administración necesitará el 80% de los votos para decidir el cierre de los centros de trabajo en la CAV, «salvo si está debidamente justificado por razones de eficiencia en el desarrollo del negocio».