GARA
BILBO

El Museo Guggenehim ahonda en el mensaje de Basquiat

El Museo Guggenheim acoge la exposición «Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento», una muestra «pionera» en Europa que incluye un centener de sus obras. El artista estadounidense luchó en los años 80 contra el racismo y reivindicó el papel de las personas negras en la historia. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 1 de noviembre.

Con la presencia en Bilbo de dos de las hermanas del artista que gestionan su legado, el Guggenheim acoge la muestra dedicada al creador estadounidense Jean-Michel Basquiat (1960-1988), con casi un centenar de pinturas y dibujos de gran tamaño, distribuidos según su temática. La exposición no pretende ser una selección retrospectiva de su corta y meteórica carrera, sino un análisis del mensaje que quería transmitir contra la discriminación de la comunidad afroamericana.

Según explicaron Dieter Buchhart y Álvaro Rodríguez Fominaya, comisarios de la muestra, que en parte ya se exhibió en la Art Gallery de Onterio, las pinturas de Basquiat «están absolutamente de actualidad» porque en el siglo XXI persisten la situaciones de violencia y de represión hacia ciudadanos negros, por lo que continúa también la lucha de los movimientos civiles.

Por esa rabiosa actualidad la muestra lleva por título “Ahora es el momento”, aludiendo también al saxofonista Charlie Parker y a Martin Luther King, cuyo discurso por los derechos de los negros “Tengo un sueño” se escucha en la sala que acoge esta muestra del Guggenheim.

De grafitero a referente

La primera de las obras que observa el visitante, “Coches chocando”, pertenece a sus pinturas más tempranas en las que habla de su ciudad, Nueva York, y adelanta parte de los elementos que se van a repetir en sus creaciones como la representación de transportes y la inclusión de palabras que acompañan sus dibujos, que evocan sus inicios como grafitero en la calle.

Siendo un adolescente, Basquiat comenzó a expresarse sobre paredes con aerosoles de pintura para después usar su ingenio sobre lienzos y sobre materiales de reciclaje que en pocos años fueron reconocidos internacionalmente y pasó así «de vivir en la calle, a ser un artista adinerado».

La colección continúa con dibujos que plasman como héroes y guerreros a las personas negras, así como exalta sus éxitos deportivos, además de cuadros sobre la historia de África como “Moises y los egipcios” de la colección permanente del Museo Guggenheim.

Experto en anatomía humana e influenciado por Leonardo da Vinci, el artista detalla la fisonomía de su raza y presenta autorretratos, como reivindicación de su propia identidad.

Los comisarios insistieron en la calidad como dibujante de Basquiat, quien no firmaba sus obras pero que se identifican rápidamente por la reiteración en todas ellas de iconos y símbolos como la corona o el logotipo de copyright.

La muestra refleja también la colaboración con otro artista coetáneo que fue además su amigo, Andy Warhol, en obras que evidencian que Basquiat era consciente del momento cultural y de la historia del arte que le tocó vivir.

Tras una fugaz carrera que revolucionó la creación artística de Estados Unidos por su compromiso en la denuncia de la situación política y social de ese país hace treinta años, el artistas estadounidense falleció prematuramente a los 27 años y, a día de hoy, sus obras alcanzan en los mercados de arte cifras similares a los cuadros de Picasso y siguen siendo un referente para nuevos artistas.