Los mercados de renta variable cotizaron con duros ajustes el rechazo de los griegos a la propuesta de los acreedores. Desde el primer momento de la sesión se fueron abajo sin remisión, aunque no se vieron escenas de pánico vendedor como muchos auguraban y los inversores, aunque con precauciones, mantienen la esperanza de que las negociaciones se retomen de inmediato para buscar un acuerdo entre las partes. Todas las informaciones difundidas ayer, incluida la sorprendente dimisión de Yanis Varoufakis a pesar de ganar el ‘no’ en el referéndum, formaron un cóctel complejo en el que no faltaron, otra vez, interpretaciones catastrofistas para el futuro de Grecia si no acepta la gran mayoría de las condiciones impuestas por los acreedores.

Los índices europeos sí temblaron toda la jornada, pero no llegaron a derrumbarse a pesar de hacer sus mínimos del día a dos horas del cierre. A partir de entonces pudieron reducir los daños. El Ibex acabó con 10.540,10 puntos, tras ceder un 2,22%, y vuelve a niveles mínimos de febrero. Los recortes alcanzaron también a París (-2,01%), Fráncfort (-1,52%) y Londres (-0,76%).

Las consecuencias del rechazo de Grecia a los acreedores tuvo mayores consecuencias negativas en Milán (-4,03%), donde se suspendió la cotización del banco Intesa Sanpaolo para controlar la volatilidad de sus acciones cuando bajaba un 5,03%, y Lisboa (-3,81%).

En el Ibex, se notó el miedo del sector bancario a la incertidumbre. Bankia perdió un 3,73%, BBVA, un 3,25%, Bankinter, un 3,04%, Sabadell, un 3%, y Santander, un 2,82%. Todos los grandes, excepto Inditex (-1,73%), cayeron más de un 2%.

En París, BNP Paribas (-4,24%) y Société Générale (-3,78%) encabezaron los descensos.