Joaquim Rodríguez logró ayer su segunda victoria en el Tour tras la lograda en Mende en 2010 y la segunda en el Muro de Huy tras la de la Flecha Valona de 2012. Chris Froome fue el otro gran triunfador de la jornada al ser segundo de la etapa y distanciar al resto de candidatos a la victoria final.

El inglés obtuvo el maillot amarillo por la polémica decisión de los jueces de darle el mismo tiempo que al catalán a pesar de que un segundo separó el paso por meta de los dos. Tony Martin se exprimió en la subida a Huy para obtener el liderato que había dejado escapar el domingo por la equivocada actuación del Etixx consciente de que Tom Dumoulin se había retirado y Fabian Cancellara estaba descolgado por la grave caída que se registró.

El alemán consiguió justo el tiempo que necesitaba para lograr el liderato, pero los jueces no opinaron igual y trasmitieron que perdió el amarillo por seis centésimas. A igualdad de tiempos el alemán era líder por las milésimas de la crono.

Grandes diferencias

Un segundo más, unido a los seis de bonificación, que los jueces sumaron a la ventaja de Froome sobre todos sus rivales. Ni en sus cálculos más optimistas podía pensar el ciclista inglés que iba a llegar a la tercera etapa con 34 segundos a Urán, 36 a Contador, 1:32 a Mollema, 1:38 a Nibali, 1:56 a Nairo Quintana, 2:00 a Joaquim, 2:07 a Peraud, 2:54 a Bardet y 2:58 a Pinot, que fue el gran triunfador de la crono y el gran derrotado de ayer al quedar descolgado en la penúltima cota. Solo Van Garderen mantiene el tipo a 13 segundos.

En la parte final el Sky fue el equipo que imprimió un mayor ritmo en cabeza para llevar bien colocado a su líder y en la última ascensión Froome tomó pronto la delantera, pero Joaquim demostró que en repechos tan explosivos es el mejor. Nibali, Quintana, Mollema y Van Garderen cedieron once segundos y Contador dieciocho.

Entre los vascos Haimar Zubeldia fue el mejor clasificado a 1:15, pero Gorka Izagirre se confirmó como el mejor apoyo de Nairo Quintana en toda la etapa. Colocó al colombiano en un corte selecto provocado por Astana en el que Froome se vio sorprendido, rápidamente solucionó el problema Sky, y luego lo mantuvo en cabeza del pelotón en todo momento.

Fue una etapa atípica por la neutralización que provocó la caída. Hasta entonces los protagonistas fueron Nauleau (Europcar), Elmiger (IAM), Pauwels (MTN) y Jan Barta (Bora), que repitió presencia en fuga dos etapas seguidas para conseguir el premio a la competividad que incomprensiblemente le birlaron el día anterior para dárselo a Michal Kwiatkowski.

Iban a ser cazados justo cuando se produjo la neutralización y desde ahí los equipos de los favoritos cogieron la cabeza para evitar que sus líderes se vieran implicados en otra caída.

La etapa del pavés

El mismo objetivo tendrán todos hoy en la etapa del pavés, más sencilla que la que el año pasado provocó el abandono de Froome y el dominio de Nibali. Además se espera buen tiempo y no la lluvia que aprovechó el italiano. Serán solo siete tramos de pavés en la etapa más larga del Tour, 223,5 kilómetros entre Seraing y Cambrai, de los que 13,5 serán sobre los adoquines, dos menos que el año pasado.

Seis de los siete tramos estarán concentrados en los últimos 46 kilómetros y del séptimo hasta la meta habrá 13. De los favoritos, Nibali es el que más interés tiene en aprovechar la oportunidad y a su lado tendrá al ganador de la etapa del pavés del año pasado, Lars Boom.

Una caída brutal obliga a neutralizar la carrera

La etapa, además de por su final en Huy, estuvo marcada por una brutal caída que llevó a la organización a neutralizar la etapa por la falta de ambulancias. Las cuatro que siguen al pelotón se vieron ocupadas por dos caídas casi seguidas que motivaron la retirada de Tom Dumoulin, Simon Gerrans, Dmitri Kozonchuk y William Bonnet, que fue el primero que se cayó en la más importante registrada a sesenta kilómetros de la meta.

El corredor del FDJ hizo el afilador cuando el pelotón iba a gran velocidad en un tramo descendente y todos los corredores que llegaban por detrás de él cayeron y recibieron golpes de gran dureza. Cuatro abandonaron, pero por lo menos otros dos no podrán salir hoy. Trek confirmó que Cancellara sufrió una doble fractura de las vértebras L3 y L4 –se rompió las L2 y L3 en Harelbeke en marzo– y Orica que Impey tiene una fractura de clavícula.

El máximo responsable del Tour, Christian Prudhomme, explicó que «no podía lanzar al pelotón adelante, con todos los favoritos, sin la asistencia de otras ambulancias. Fue una decisión excepcional tomada conjuntamente por los organizadores y los comisarios de la UCI. Hubiera sido temerario no parar la carrera, asumo la decisión y sus consecuencias. Algunos corredores la criticaron, pero otros entienden que la seguridad es la prioridad».J. ITURRIA