Beñat ZARRABEITIA
Athletic

«Welcome to the little Basque Country»

El Athletic vive uno de sus desplazamientos más especiales y la llegada al aeropuerto de Boise lo evidenció. La diáspora vasca recibió con ilusión a uno de los referentes deportivos de su país de origen. La cita, a las 03.00, hora de Euskal Herria.

El choque ante el Tijuana mexicano estaba programado en el marco de Jaialdi’2015, festival que se celebrará del 28 de julio al 2 de agosto, y que ha tenido que adelantarse debido a los compromisos europeos del conjunto rojiblanco. La ocasión goza de una gran carga simbólica. La posibilidad de que varias generaciones de descendientes de vascos puedan ver a los leones ha supuesto todo un revulsivo para los integrantes de una de las colonias más numerosas en la diáspora. De hecho, Idaho es, junto a la ciudad argentina de Rosario, el lugar del mundo con mayor presencia de gente con ascendencia vasca. Se estima que únicamente en Boise, hay más de 15.000 personas que tuvieron algún antepasado en Euskal Herria.

La ciudad está engalanada con carteles y referencias al partido, suponiendo un acontecimiento de primera magnitud. Por ello, GARA ha querido recabar la opinión de varias personas que vivirán de forma muy intensa la presencia del equipo bilbaino en EEUU. Una de ellas es Henar Chico, presidenta de la peña del Athletic en Boise. Tras varios años con la idea en mente, el empujón definitivo llegó con la confirmación del amistoso ante el Tijuana. La iniciativa surgió, ya que consideraban que «era muy importante crear una peña para mostrar a nuestro equipo cuántos seguidores tiene, cuánta gente siente los colores, incluso miles de kilómetros fuera de Euskadi». Pese a que su nacimiento data de setiembre de 2014, la inauguración oficial no se produjo hasta la celebración de la última final de Copa. Chico destaca que «todos somos de ascendencia vasca, aunque yo soy la única que nació allí. El resto son vasco-americanos de primera o segunda generación, en la junta directiva me acompañan Annie Gavia, Mary Ann Lasuen, Joe Lasuen y Argia Beristain».

Con motivo del partido, la peña ha organizado un buen número de actividades. Una de las más destacadas es la fiesta en el aparcamiento del estadio. «Aquí se le llama tailgating y es algo muy típico. Hemos reservado dos aparcamientos y vamos a llevar una ranchera grande, una mesa, ordenadores y altavoces, además de comida y bebida». La idea es que «los socios de la peña y cualquier persona interesada tenga un lugar central donde juntarse con amigos». La comunidad vasca es muy respetada en Idaho, siendo la mayoría de origen vizcaino, por lo que la visita del Athletic «es un sueño hecho realidad».

«Un buen futuro»

Las raíces de Mark Bieter están en Larrabetzu, a pesar de que el abogado, natural de Boise, resida actualmente en Washington. Forma parte de una familia emblemática para la diáspora vasca. Su hermano Dave es el alcalde de Boise y el pasado mes de enero compartió un acto político con el presidente Barack Obama. El máximo mandatario estadounidense reconoció haberse quedado prendado por las historias familiares que le contó el Major durante su viaje en el Air Force One. «Ha sido impresionante que cuando estábamos de camino, me ha contado la historia de su abuelo, un inmigrante vasco que trabajó como pastor. Pasó cinco años en las montañas, y venía a la ciudad solo durante dos meses al año. Me imagino que su abuelo era un tipo bastante duro, porque yo he estado allí, y es un lugar muy frío» aseguró Obama. Anteriormente, aunque en las filas del Partido Republicano, otros dos descendientes de vascos, como John Ysursa y Pete Cenarrusa, también fueron secretarios de Estado.

El cambio de fecha que ha sufrido el encuentro ha privado a Mark Bieter de poder acudir al mismo, pero sigue la actualidad al detalle. De hecho, ha escrito un amplio artículo en torno al Athletic para la revista Basque Tribune. Bieter considera que el encuentro será «uno de los momentos más especiales para la diáspora vasca en Idaho. Son ya más de 100 años desde que se instaló y, aunque se han realizado ya varias ediciones del Jaialdi o se ha recibido la visita de Lehendakaris, creo que el partido va a servir para acercar la realidad vasca a mucha gente». En ese sentido, asegura que el encuentro disfruta de un gran atractivo, debido a la también amplia colonia mexicana existente. «Se calcula que son cerca de 150.000 personas, casi un 10% de la población, por lo que el encuentro cultural entre ambas comunidades es muy interesante y puede tener repercusiones muy positivas».

Bieter recuerda que «en un principio, los vascos no fueron muy bien acogidos, tenían un idioma y cultura totalmente diferente y su intención era quedarse por muy poco tiempo. Sin embargo, finalmente, se asentaron y la ciudad les ofreció toda su generosidad». Algo que ha propiciado que en la actualidad «todas las referencias turísticas incluyan menciones a la cultura vasca». El jurista ve «un buen futuro a la comunidad vasca en Boise, la Euskal Etxea y la Ikastola son claros ejemplos de ello». Pero no los únicos, ya que «me emociona especialmente el intercambio de jóvenes de aquí que van a Euskal Herria o viceversa, además del propio Jaialdi, que pese a durar una semana deja un legado que perdura».

Entre las jóvenes de Idaho que visitaron Euskal Herria estuvo Miren Maite Zabala, hija de un gernikarra y una estadounidense. Lo hizo en 2003 invitada por el Athletic para formar parte de la plantilla de su equipo femenino, el año del primer título de las rojiblancas. Con un perfecto dominio del euskara, la ex portera actualmente ejerce como entrenadora del equipo de la Universidad de San Francisco. El algortarra Ander Egiluz, por su parte, pertenece al juvenil de los leones y estos días se encuentra también en Boise. Su caso despierta especial atención entre los medios de Idaho, ya que su madre Michelle Alzola, hija de emigrantes vascos, nació en South Ellis. La llamada del Athletic cambió la vida de Egiluz, ya que cuando militaba en el Romo tenía la intención de continuar sus estudios en EEUU.

Del azul artificial al verde natural

Uno de los medios que más información está dedicando al partido es el “Idaho Statesment”, siendo Mike Lycklama el periodista encargado de cubrir todo lo relacionado con el mismo. Según destaca, «aquí nunca se ha celebrado un partido de fútbol de alto nivel, por lo que existe un gran interés». Tanto que han sido muchos los voluntarios que han ayudado a transformar el tradicional césped de hierba artificial de color azul en el que juegan los Boise Broncos por una superficie natural. «Es el mayor símbolo del equipo, la universidad y realmente también de la ciudad. Cada vez que alguien visita Boise, una de las primeras cosas que hace es ver el césped azul».

Lycklama también subraya el peso de la comunidad vasca en Idaho. En ese sentido, describe el conocido como Basque Block o la calle vasca de la ciudad. «Hay bares, restaurantes, un centro cultural, un pequeño museo, edificios históricos y unas casas de huéspedes que utilizan los inmigrantes vascos. Aquí todo el mundo sabe lo que es el Jaialdi».

Pese a incidir también en el peso de la diáspora mexicana, el periodista estadounidense cree que «la cultura vasca está tan presente en nuestra sociedad que espero que los aficionados más casuales apoyen también al Athletic».

Todo está preparado para un acontecimiento que supera ampliamente lo futbolístico. Una experiencia inolvidable para toda la expedición rojiblanca y, sobre todo, para la comunidad vasca en Boise. Una magnífica oportunidad de fomentar el conocimiento mutuo y proyectar marca tanto del club como de país. Una vía para, desde el corazón de la diáspora vasca, llegar al nuevo y gran mercado estadounidense.