Beñat ZALDUA
ELECCIONES EN CATALUNYA

«Junts pel Sí», una candidatura soberanista para ir «a por todas»

CDC y ERC presentaron ayer la candidatura conjunta acordada con la bendición de las entidades soberanistas para las elecciones plebiscitarias del 27 de setiembre. Lo hizo con una contundente intervención su cabeza de lista, Raül Romeva, el mismo día en que se supo que el entrenador del Bayern de Múnich, Pep Guardiola, cerrará la lista.

El acuerdo era más que conocido, pero hubo que esperar hasta el día de ayer para ver la foto. En la terraza del Museo de Historia de Catalunya y ante la atenta mirada de los ilustres asistentes y de los sufridos periodistas, cinco personas escenificaron el acuerdo sellado por CDC y ERC (con el visto bueno de las entidades soberanistas) para convertir las elecciones del 27 de setiembre en un plebiscito e iniciar, en caso de victoria, la fase final del proceso independentista. Fueron el cabeza de lista de la candidatura y exeurodiputado de ICV-EUiA, Raül Romeva, la expresidenta de la ANC y número dos de la candidatura, Carme Forcadell, la expresidenta de Òmnium Cultural y número tres, Muriel Casals, el president de la Generalitat y número cuatro, Artur Mas, y el líder de ERC y número cinco, Oriol Junqueras. El nombre de la candidatura: ‘Junts pel Sí’.

Aunque hablaron todos, el peso de la presentación lo llevó el propio Romeva, un ecosocialista rodeado ayer por nacionalistas socialdemócratas y conservadores que arrancó con una bien preparada confesión: «Esto es muy extraño, reconozcámoslo, pero es que la situación que vivimos es muy extraña y por eso requiere cosas extraordinarias». Fiel al perfil social que se le presupone, Romeva incidió insistentemente en que la candidatura que encabeza y el gobierno de concentración que le seguirá en caso de victoria no dejará de lado «las necesidades más urgentes» y apuntó que el acuerdo incluye medidas concretas.

Pero la expectación ayer no recaía sobre las medidas sociales acordadas, sino sobre la hoja de ruta independentista pactada por los protagonistas. Y en este sentido, pocas novedades, por no decir ninguna. Romeva se limitó a repasar con pinceladas de trazo grueso los pasos de la hoja de ruta acordada por CDC, ERC y las entidades soberanistas ya en el mes de marzo, si bien cabe destacar la importancia que dio a la Ley de transitoriedad jurídica, crucial para hacer efectiva la proclamación de independencia. Una proclamación que Romeva defendió aunque «España bloquee las instituciones». «Vamos a por todas, ya no tenemos margen», añadió de forma contundente.

Hoja de ruta por detallar

La proclamación y la Ley de transitoriedad serán el punto culminante de un proceso que, arrancará, siempre que el independentismo gane las elecciones, con una declaración «solemne» del Parlament, según explicó ayer Romeva. Tras la declaración se abrirán, como ya estaba previsto, dos procesos paralelos: el de la redacción de una nueva constitución y el de la creación de las estructuras necesarias «para hacer posible la desconexión», en palabras del cabeza de lista. Habrá que esperar a los próximos días, sin embargo, para conocer más detalles del acuerdo programático, así como de la configuración de la lista, sobre la que ayer solo se aportó una novedad: el entrenador del Bayern de Múnich, Pep Guardiola, cerrará simbólicamente la lista independentista.

Aunque todo el protagonismo fue para Romeva, en el acto de ayer intervinieron Forcadell, que insistió en la ciudadanía como motor del proceso, y Casals, quien consideró que «si queremos vivir como catalanes no tenemos que reformar España, sino cambiar nuestra relación con España». También hablaron brevemente Mas, que aseguró que «están preparados para hacerlo, y para hacerlo bien», y Junqueras, quien consideró la independencia como «una cuestión de derechos, pero también como una cuestión de necesidad.

Por último, desde el Gobierno español llegaron mensajes contradictorios a lo largo de todo el día. Por un lado, el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, aseguró no estar preocupado y mostró sus dudas sobre la capacidad de CDC y ERC de acordar un gobierno. En el otro extremo, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, recurrió a la manida teoría según la cual Mas está «dividiendo a los catalanes». Línea dura mantenida por el titular de Justicia, Rafael Català, que recordó que tienen mecanismos «suficientes» para desactivar una declaración de independencia.