Raimundo Fitero
DE REOJO

Adjetivos

Escuchar al más viejo de los nuevos portavoces mentirosos de la banda de Rajoy, Pablo Casado, recitar todos esos adjetivos tan conocidos del manual del buen manipulador: abochornado, indignado, avergonzado, refiriéndose a lo de la Púnica, es asistir a una ceremonia de la degeneración absoluta. Este individuo lleva cobrando de esta organización muchos años y estaba encantado cuando le ingresaban sus sueldos y sobresueldos sin preguntar de dónde venía el dinero.

Ahora, cuando le toca poner su carita para mentir, para engañar, para insistir en tratar a toda la población como gilipollas es cuando aparecen los adjetivos de la risa y el cinismo patológico. Son ellos mismos los que están en todas las tramas. Los nombres de la trama son una manera de fragmentar la única trama existente, la que ha ido desmantelando todo el entramado institucional que forman los anti-sistema con corbata de marca y zapatos de tafilete que quieren recuperar la virginidad perdida volviendo a mentir. Ponen a Xavier García Albiol, un xenófobo recalcitrante como candidato para la Generalitat catalana. Sin comentario.

Todo esto viene a cuento de que no encuentro a mano los suficientes adjetivos para definir la relación entre Telecinco y Antonio Resines con su insistencia en hacerle pasar un mal trago colocando de nuevo en la parrilla la serie “Aquí paz y después gloria”, donde vemos a un eficaz César Saratxu en el reparto. Ya tuvo sentencia de la audiencia hace unos meses, la retiraron y ahora la ponen en verano para que acabe de hundirse. Se entiende que la inversión está hecha y que algo se recuperará, pero al actual presidente de la Academia del Cine no le va nada bien este fracaso reiterado. En verano no cambian los gustos demasiado, aunque no se lo crean los programadores. Por algo será.