GARA
ANKARA
OFENSIVA DE TURQUÍA CONTRA EL MOVIMIENTO KURDO

Erdogan zanja toda expectativa de paz con el PKK

Ankara zanjó toda expectativa de paz con el PKK al suspender de facto el proceso de diálogo, mientras sus aviones siguen bombardeando posiciones de la guerrilla.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, decretó ayer la suspensión de facto del proceso de paz iniciado en 2013 con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) al asegurar que su continuidad es «imposible» mientras la guerrilla siga atacando a las fuerzas de seguridad turcas. «No vemos posible continuar con el proceso de paz con aquellos que amenazan nuestra unidad nacional y nuestra hermandad», sostuvo.

En su ofensiva contra el PKK, que Ankara justifica por la «lucha contra el terrorismo» para combatir al Estado Islámico (ISIS), con el que equipara al movimiento kurdo, aviones de combate turcos bombardearon ayer supuestas posiciones de la guerrilla en Sirnak. Según la versión turca, el Ejército envió dos cazas la zona después de que guerrilleros del PKK disparasen contra una patrulla de la gendarmería en la frontera con Rojava. Además, la agencia Firat informó de que durante todo el día los cazas turcos continuaron bombardeando posiciones del PKK en Kurdistán Sur.

Mientras Ankara sigue atacando al movimiento kurdo, las milicias del YPG y soldados sirios asestaron otro duro golpe a los yihadistas del ISIS de Hassaka, ciudad clave en el noreste de Siria. Tras una sucesión de victorias desde 2013, el ISIS ha perdido en los últimos meses frente a las fuerzas kurdas varias localidades, fracasando en su intento de expandir su «califato» a caballo entre Siria e Irak.

Abandono de las armas

Antes de partir hacia China, Erdogan prometió que la campaña militar seguirá hasta que la guerrilla kurda abandone las armas, a lo que el PKK respondió que resistirá hasta que caiga el Gobierno del AKP, se ponga fin a la actual oleada de arrestos –1.050 desde el viernes–, se libere a Abdullah Öçalan y se apliquen los Acuerdos de Dolmabahçe, negociados en febrero entre el Ejecutivo turco y representantes de la izquierda kurda para «construir la democracia».

Erdogan invocó la «sangre» de militares y policías para dar por suspendido el proceso de paz, aunque el portavoz del AKP, Besir Atalay, aseguró que es demasiado pronto para declarar que el diálogo ha terminado y aclaró que podría reanudarse si los «terroristas» entregan las armas y dejan Turquía.

El jefe del Estado amenazó también al HDP, principal partido prokurdo de Turquía, al pedir la retirada de la inmunidad parlamentaria para sus diputados a los que vincula al PKK.

El copresidente del HDP, Selahattin Demirtas, recogió el guante y dijo que «mañana –por hoy– los 80 diputados del HDP presentarán una solicitud para que se levante su inmunidad». «No hemos cometido ningún crimen imperdonable. Nuestro único delito es haber logrado el 13% de los votos» en las elecciones de junio, señaló Demirtas, quien insistió en que «uno de los objetivos de la ofensiva por aire, tierra y en los medios de comunicación es atacar al HDP ante la perspectiva de unas elecciones anticipadas». «La única manera de que el AKP gobierne solo es que el HDP sea liquidado», respondió.

Sectores kurdos acusan al AKP y al Gobierno de buscar un recrudecimiento del conflicto para dañar electoralmente al HDP.

Demirtas insistió en que Erdogan ha dado un «golpe de Estado» al lanzar su guerra contra el ISIS y el movimiento kurdo, tras perder su mayoría absoluta. Recordó que «faltaba solo una semana» para que el proceso de paz con la guerrilla del PKK concluyera en un congreso de desarme, pero que el presidente lo ha saboteado al «entrar en pánico» ante esa perspectiva.

Desde el atentado de Suruç, el pasado día 20, se han sucedido ataques con resultado de varios muertos. Ayer falleció en Semdinli, en la provincia kurda de Hakkari, un sargento de paisano cuando se dirigía a un banco.

La OTAN respalda a Turquía en su «lucha contra el terrorismo» del ISIS y contra el PKK

El Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano de toma de decisiones de la OTAN, mostró ayer su «fuerte solidaridad» con Turquía y dio su respaldo a este aliado en su «lucha contra el terrorismo» del Estado Islámico (ISIS) en Siria y contra la guerrilla del PKK en Kurdistán. «La seguridad de la Alianza es indivisible, mantenemos fuerte solidaridad con Turquía», expresaron los embajadores de los países aliados al término de su sesión extraordinaria, convocada a petición de Turquía. Dejaron claro que el «terrorismo» supone «una amenaza directa a la seguridad de los países de la OTAN y a la estabilidad y prosperidad internacionales». «Es una amenaza global que no conoce fronteras, nacionalidad o religión, un desafío que la comunidad internacional debe combatir y afrontar junta», añadieron.

«La Alianza está ayudando a países afectados por el terrorismo a defenderse a sí mismos», declaró su secretario general, Jens Stoltenberg, quien recordó que, aunque la OTAN no participa como tal en la coalición que lidera EEUU, «todos los aliados forman parte y contribuyen» a ella.

El Consejo del Atlántico Norte se reunió tras invocar Turquía el artículo 4 del Tratado de Washington, que afirma que los aliados mantendrán consultas cuando alguno considere «que la integridad territorial, independencia política o seguridad de alguna de las partes están amenazadas», tras los recientes atentados sufridos, de cara a informar de las medidas que está tomando.

El sábado la Fuerza Aérea turca bombardeó posiciones del PKK en el Kurdistán Sur, tras lo que la guerrilla dio por finalizado el alto el fuego declarado hace dos años. Turquía lanzó esa ofensiva en paralelo al bombardeo de las posiciones del ISIS en Siria.

Preguntado por los planes de Turquía, en cooperación con EEUU, para crear una «zona de seguridad» en el noroeste de Siria, zona ahora dominada por el ISIS, pero sin enviar tropas terrestres, Stoltenberg dijo que la OTAN «no forma parte de estos esfuerzos». Resaltó que Turquía no pidió en la reunión «presencia militar adicional de la OTAN» en su territorio y recordó que ese país es un «aliado fuerte» que tiene «unas Fuerzas Armadas muy capaces, el segundo mayor Ejército en la Alianza», del que elogió su «compromiso y capacidad».