No fue un buen día para el Ibex, incapaz de asentarse sobre los 11.300 puntos y a merced de los castigos recibidos por algunas de las compañías que presentaron sus cuentas. Los resultados de Santander y Repsol fueron contestados con apreciables descuentos. El banco presidido por Ana Botín ganó 3.426 millones de euros en el semestre, un 24% más, mientras que la petrolera redujo sus beneficios en un 20,6%, hasta los 1.053 millones de euros. Al cierre, el banco cayó un 3,40%, y Repsol, un 4%. Por su parte, Telefónica salvaba a duras penas la situación al subir un 0,33%, después de anunciar un beneficio de 3.693 millones de euros en el semestre, un 105,4% más. No obstante, algunos analistas pusieron énfasis en la abultada deuda de la operadora, que a cierre de junio supera los 51.000 millones de euros. El goteo de los resultados empresariales mantuvo atentos a los inversores del Ibex, mientras que parecían ignorar las noticias del día.

En este contexto de decepción, el Ibex retrocedía un 1,01%, hasta los 11.168,60 puntos. Por el contrario, en Europa se imponían las compras: Fráncfort subió un 0,40%, París, un 0,58%, y Londres, un 0,57%. Por valores del Ibex, los peores de la jornada fueron Gamesa (-9,95%) y Mediaset (-9,25%), vapuleados pese a presentar buenos resultados semestrales. En el otro extremo brilló Grifols (+4,76%), respaldado por el fortalecimiento de sus principales divisiones de negocio.

En París, Safran (+10,04%) lideró las ganancias. Esta compañía, especializada en defensa y equipamiento aeronáutico, dobló su beneficio en el semestre y aumentó las previsiones para este año. Los títulos de Renault (-7,99%) cosecharon el peor balance, a pesar de aumentar sus ganancias un 83% hasta junio.