Floren Aoiz
@elomendia
JO PUNTUA

México lindo y querido

En Euskal Herria somos, musical-parranderamente hablando, bastante mexicanos y mexicanas. Recuerdo cómo alucinaban en el DF hace ya unos cuantos años escuchando al grupo vasco Los Huajalotes, y he percibido la sorpresa de visitantes de otros países al comprobar nuestra afición a los corridos y las rancheras. Basta pensar cuántas canciones mexicanas han sido traducidas al euskera para hacerse cargo de esta relación intercontinental.

Pero no es solo música, para mucha gente en mi país pensar en México es pensar en revolución, muy mitificada, ciertamente, pero una referencia vital, a fin de cuentas. Es recordar la epopeya de un pueblo machacado que se alzó contra la opresión. Es prestar atención a las desgracias de una gente, hoy también masacrada en una guerra no declarada, y también atender a las experiencias de lucha y contrucción de alternativas, desde las protestas del profesorado a la denuncia de las complicidades criminales del narco-estado pasando por el neo-zapatismo.

Por todo esto, fue un mazazo que a Asier Altuna y un servidor nos deportaran del aeropuerto Benito Juárez a Madrid. Ocurrió sin una simple explicación, cuando llegábamos a Ciudad de México para participar en el Encuentro del Foro de Sao Paulo y desarrollar una amplia agenda de actividades que incluía un acto de solidaridad con Euskal Herria organizado por la Fundación para la Democracia que conduce Cuauhtémoc Cárdenas.

Para quien viaja en representación de la izquierda abertzale un control fronterizo es una odisea, pero esta vez el campo de minas se había convertido en muro infranqueable. La orden era no dejarnos pasar, así que nos expulsaron, a Asier inmediatamente, en mi caso tras 16 horas de retención sin posibilidad de comunicar y sin explicaciones.

Ahora bien, si alguien ha pensado que México va a dejar de sernos lindo y querido, va listo. Hay lazos de solidaridad que ningún pendejo puede cortar.