Unos mil activistas del Movimiento de campesinos Sin Tierra (MST) ocuparon ayer en Brasilia la sede del Ministerio de Hacienda, en protesta contra el ajuste fiscal que promueve el Gobierno de Dilma Rousseff para equilibrar las maltrechas cuentas públicas y enderezar el rumbo de la economía nacional. Exigen la renuncia de su titular, Joaquim Levy.

Según el MST, el recorte del gasto público anunciado en el marco de ese ajuste ha reducido en casi un 50% los recursos públicos previstos este año para la reforma agraria y «acaba con el compromiso político del Gobierno de asentar a 120.000 que esperan por tierras».