Iker Bizkarguenaga
Periodista
IKUSMIRA

Vivir, hacer, historia

Es posible que de tanto manosear el término «histórico» hayamos acabado por no reconocer situaciones que sí merecen tal calificativo. Y es probable que los habitantes de este país, al menos quienes aspiramos a que sea reconocido como tal, hayamos imaginado y soñado tantas veces cómo iba a ser el proceso que desembocara en la libertad de nuestro pueblo, que al cambiarnos el guión nos cueste interiorizar que estamos avanzando en ese camino.

Puede que todo eso sea cierto, pero no lo es menos que asistimos a un momento cuya trascendencia es innegable, y a un contexto general inmejorable para dar un salto en las aspiraciones nacionales y democráticas de Euskal Herria.

Como botón de muestra de la excepcionalidad podemos citar la entrevista de Aritz Intxusta a la nueva consejera de Interior de Nafarroa. O la convocatoria de elecciones en Catalunya, donde hay un compromiso tasado de avanzar unilateralmente hacia la independencia. Nos cuentan hace años cualquiera de las dos noticias y no nos la creemos.

¿Quiere esto decir que todo está hecho? No, quiere decir que todo está por hacer. De hecho puede que salgamos escaldados del envite. Pero eso ya depende solo de nosotros.

En la Universidad nos enseñaron que hay diferentes tipos de personas ante el cambio: quienes no se enteran de que se ha producido; quienes sí lo hacen pero no están preparados para afrontarlo; quienes lo han visto venir y se han preparado. Y finalmente están quienes provocan ese cambio.

Qué tipo de gente somos, eso no lo va a decidir nadie más que nosotros, pero de ello dependerá todo. Todo. Y lo demás es marear la perdiz.