Joseba VIVANCO
DESDE LA GRADA

El crédito sigue intacto... incluso con Raúl García

Regla número uno, espera lo mejor y prevé lo peor. Todos esperábamos que el Athletic cerrara ese agotador ciclo de seis partidos en dieciséis días con un resultado positivo en Ipurua, y tomarse unas merecidísimas minivacaciones, porque ganar un título 31 años después y sacar el abono para jugar en competición continental se logra con mucho esfuerzo pero con muchos pelos en la gatera en forma de lesiones y desgaste. Pero del mismo modo la visita al vecino guipuzcoano invitaba a pensar en lo peor, porque la erosión sobre todo mental de los rojiblancos no estaba ahora mismo como para asaltar un terreno minado como Ipurua y ante un enorme plantel como el que ha armado el club armero. Ayer, tras la segunda derrota liguera, más de uno se acordó del síndrome post-Nápoles de hace un año. Sería bueno también acordarse de que en la jornada octava el Athletic solo sumaba cinco puntos, y luego acabó séptimo. De ahí que convenga analizar con perspectiva ese 2-0 e incluso la pobrísima imagen colectiva e individual que dio el equipo en Eibar. Pasado el calentón, el crédito de Valverde y los suyos sigue intacto.

Ayer, simplemente, el Eibar fue mucho mejor que este Athletic y ganó con justicia. Sin tiritas. Es lo que se vio en el campo. Y como aquella frase cinematográfica de que «al fin y al cabo, mañana será otro día», lo mejor que ahora mismo le podía pasar al equipo rojiblanco es el parón liguero. Rearmarse física y mentalmente, y, sobre todo, recuperar a esos hombres que deben ser piezas básicas como San José, Iturraspe, el tantas veces denostado Balenziaga, que Aduriz cargue pilas, revitalizar al mejor Rico necesitado de rodaje... A partir de ahí, exigiremos a este Athletic mayores prestaciones que las mostradas ayer, y lo haremos a un equipo al que llega hoy el navarro Raúl García, procedente del Atlético. Un salto de calidad en lo futbolístico; socialmente, veremos cómo se le recibe. Un fichaje de relumbrón que desde luego sumará, aunque como diría el autor del penalti más famoso, Antonin Panenka, «siempre intenta que te aplaudan cuando te marchas y no cuando llegas». Con o sin el navarro, y a pesar de la imagen de ayer, este Athletic tenía y tiene crédito para firmar una buena temporada en cuanto recupere efectivos y se centre en la liga. Es lo que creo sí, que Panenka tenía razón. La pasada temporada el Athletic lo demostró. Y se ganó ese crédito. Con o sin Raúl García.