Agentes de la Ertzaintza detuvieron ayer a Aitor Fernández y a Aingeru Cardaño, dos jóvenes condenados a tres años de prisión por actos de sabotaje registrados hace catorce años. El primero fue arrestado por la Policía autonómica en Bilbo, mientras que el segundo fue apresado a primera hora de la tarde en Munitibar.

Según informó el Departamento de Seguridad de Lakua, la detención de Fernández tuvo lugar por la mañana, cuando unos ertzainas le entregaron en su domicilio la orden de detención de la Audiencia Nacional. Al parecer, este se puso a disposición de los agentes «de forma voluntaria». Cardaño fue detenido a las 14.00 en la comarca de Lea-Artibai. Cabe recordar que la Ertzaintza trató de detenerlo este lunes, sin lograrlo.

En una rueda de prensa ofrecida el mes pasado, los represaliados anunciaron una postura desobediente ante la sentencia, basada en declaraciones obtenidas durante el periodo de incomunicación en las dependencias de Arkaute. Y rememoraron los malos tratos a los que fueron sometidos por parte de la Ertzaintza, a quien acusaron de haberles torturado. En concreto, denunciaron haber sufrido golpes, amagos de ahogamiento, agresiones sexuales e insultos.

Los dos acusaron a la Policía autonómica de seguir empleando «métodos violentos, sucios y oscuros para llevar a decenas de jóvenes comprometidos a las celdas de las prisiones del Estado español»; y lanzaron dos preguntas directas a la formación jeltzale: «¿Cuándo admitiréis que habéis utilizado la tortura?, ¿para cuándo la autocrítica?».

Decenas de personas se concentraron ayer en el barrio de Indautxu para mostrar su rechazo a esta operación policial y para reivindicar la puesta en libertad de los detenidos. Asimismo, la izquierda abertzale ha convocado otra movilización para esta tarde en Santutxu. La cita tendrá lugar a las 20.00 en la plaza del Karmelo.