GARA
BILBO

La Ertzaintza confirma un imputado y el barrio y la familia instan a su detención

Un hombre, identificado por el joven agredido, ha sido imputado como uno de los presuntos autores del ataque fascista cometido el viernes en Arangoiti, aunque colectivos del barrio bilbaino instan a que sea también detenido. Todos los grupos del Ayuntamiento se han puesto a disposición del menor y de su familia.

La Ertzaintza ha imputado –no detenido– a un hombre por el ataque denunciado en Bilbo por un menor, que relató que tres personas le grabaron en el brazo una esvástica y el número 88, también de simbología nazi, el viernes en Arangoiti. El Departamento de Seguridad explicó ayer que «la imputación es consecuencia directa de la denuncia del joven», quien le identificó como uno de los agresores.

Fuentes de la investigación indicaron a la agencia Efe que el imputado, un ultraderechista muy conocido en el barrio, acudió por la mañana a las dependencias de la Ertzaintza en compañía de un abogado de oficio. El hombre se habría limitado a negar su implicación y rehusó hacer más declaraciones. La Policía autonómica le imputó y puso el caso en manos del juez.

El Departamento de Seguridad indicó que «la investigación policial continúa, a la espera de los resultados de diferentes pruebas periciales».

Según esas fuentes citadas por Efe, la Ertzaintza tendría dudas sobre la autenticidad de la denuncia. Quien no tiene ninguna duda es la coordinadora de grupos sociales y culturales de Arangoiti, que ayer se reunió con la familia del joven y tras el encuentro mostró su «repulsa por el delito de odio».

En un comunicado, suscrito también por los allegados del chaval, los colectivos dicen estar «consternados ante la pasividad de la Policía autonómica y el Ayuntamiento», y también indignados «al estar obligados a encontrarnos diariamente con el presunto agresor», algo que, explican, «ya le ha ocurrido a la víctima». Por ese motivo, instan a la Ertzaintza a la detención del ultra identificado y la de los otros dos implicados, y que hasta que se tome esa medida se dicte una orden de alejamiento.

También pidieron al Ayuntamiento que se posicione. Precisamente, por la tarde se reunió la Junta de Portavoces del Consistorio. A término de la misma, el alcalde leyó un comunicado suscrito por todos los grupos en el que se «urge al rápido y total esclarecimiento de los hecho», se pone a disposición de la familia «para salvaguardar los intereses del menor», y expresa «su condena más enérgica ante cualquier tipo de violencia o ultraje a los derechos humanos individuales o colectivos, sean por cuestión de ideología, raza, sexo o confesión religiosa o de carácter fascista o totalitario».

No obstante, más tarde, EH Bildu y Udalberri añadieron que lo consideraban un acuerdo de mínimos que «llega tarde». Asimismo, destacaron el carácter fascista de la agresión.