Raimundo Fitero
DE REOJO

Botox

Bertín Osborne es el único fichaje de TVE que está consiguiendo resultados de audiencia que se corresponden con lo que cobra. Supera con mucho a la media del canal y lo hace juntándose con famosos y hablando de manera sencilla con “¿En tu casa o en la mía?”. El resultado es que los famosos y conocidos al ver que el entrevistador no intenta ponerse por encima del entrevistado, sino a su par, se relajan, se abren y dicen cosas que en otro  micro-ambiente de plató no harían.

Pablo Motos le dio su mejor resultado hasta la fecha. Y pareció sincero y nos enteramos de que se había realizado retoques, entre ellos ponerse botox en la cara que según dijo «casi me deja ciego». Bertín Osborne es un veterano de la televisión. Su faceta de cantante melódico está olvidada y además de actor cómico por los escenarios, se mueve muy bien frente a las cámaras y tiene algo que es fundamental, elige programas en los que puede desarrollar todas sus virtudes, no engaña, se muestra siempre orgánico y como si estuviera en su casa y le responden las audiencias; o sea, un regalo en estos momentos para la desnortada televisión pública estatal. Forma parte de una estirpe de viejas glorias televisivas que conservan el fervor de unos públicos generacionales que les acompañan en todas sus peripecias.

Mirando atentos a la pantalla descubrimos que en cada tramo horario de las generalistas hay un presentador, una conductora, una comunicadora que lleva muchos quinquenios ocupando minutos televisivos y casi siempre con unas audiencias por lo menos muy competitivas. Debe ser porque una parte de esas audiencias no evoluciona en sus gustos estéticos y se sienten recompensadas al ver que esas figuras de siempre con el botox refulgente que les momifica se mantienen en una edad indeterminada.