GARA
IRUÑEA

Primer homenaje oficial a funcionarios de Diputación navarra víctimas de Franco

La presidenta del Gobierno navarro, Uxue Barkos, presidió el homenaje a 33 empleados de la Diputación Foral, muertos a manos de los fascistas en 1936.

«El Gobierno de Navarra, en memoria y homenaje a los funcionarios y personal al servicio de la Diputación Foral que fueron asesinados en Navarra durante la guerra civil de 1936 por defender la legalidad republicana». Así reza la leyenda de la placa colocada en el Palacio de Navarra, sede del Ejecutivo, en recuerdo de 33 empleados de la Diputac&bs;ión Foral que hasta ahora no habían tenido un reconocimiento de este tenor.

La colocación de la placa estuvo marcada por la presencia de la presidenta de Nafarroa. Uxue Barkos presidió un homenaje que, «desgraciadamente, por falta de voluntad política ha tardado mucho, demasiado tiempo, en llegar», lamentó. «Es un reconocimiento muy esperado y anhelado por las familias de estas personas a las que recordamos y a las cuales debemos verdad, justicia y reparación», indicó, antes de reiterar que el compromiso de su Ejecutivo con las víctimas del franquismo es «inequívoco».

«El Gobierno considera fundamental afrontar las pesadillas de un pasado que algunos siguen empeñados en no querer mirar. Reivindicamos por lo tanto la memoria frente al olvido. Y la memoria de lo ocurrido debe ir vinculada a una nueva concepción del futuro. No tiene sentido volver la vista atrás si no nos ayuda a establecer un futuro mejor», añadió.

A este respecto, insistió en el desarrollo de la Ley Foral 33/ 2013 de reconocimiento y reparación de las víctimas de la represión franquista. «Más allá de cumplir con lo fijado, es ante todo un deber ético al que no podemos dar la espalda. Es una cuestión de dignidad humana y es además una deuda ineludible que debemos atender sin ambages», subrayó.

En diciembre del pasado año la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA-36) advirtió de que todavía hay parámetros de esta norma que no se han cumplido, «como la creación de un banco de ADN, el impulso sin ambages de las exhumaciones, la retirada de símbolos franquistas, la creación de un catálogo de Lugares de Memoria de Navarra y la colocación de placas, monolitos o menciones específicas a cargos públicos o funcionarios tras el golpe militar de 1936». El cambio en Nafarroa se ha traducido ya en iniciativas como suprimir los honores al conde de Rodezno en una calle de Iruñea.

Al acto de ayer asistieron 170 familiares de los 33 represaliados. En su nombre intervino Ricardo Mula, hijo de Francisco Mula, un celador de caminos vecino de Oronoz-Mugairi y afiliado a Izquierda Republicana. Este mostró su agradecimiento por haberse hecho realidad lo que muchas víctimas han reivindicado durante décadas, con este acto que «rescata del olvido a quienes padecieron persecución y violencia y asesinato».