Natxo MATXIN
OSASUNA

El faro Roberto Torres guía, con un hat-trick, a los suyos

El de Arre, pletórico sobre el campo, transformó dos penaltis de esos que habitualmente no le suelen ser pitados a la escuadra navarra y enganchó una volea espectacular. Nino cerró la cuenta goleadora rojilla.

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LUGO 0

 

Osasuna gana, convence y lidera. Un hat-trick del faro Roberto Torres –el último rojillo que lo consiguió fue otro Roberto, Soldado, en el campo del Levante hace casi ocho años y medio– y una diana de Nino noquearon a un imbatido Lugo que, para el descanso, había encajado tres goles y se había quedado con uno menos. Los de Enrique Martín fueron sólidos, sobrios y, sobre todo, muy eficaces en el apartado ofensivo.

Y es que los rojillos exprimieron al máximo las llegadas que tuvieron al marco de José Juan. Llevando la iniciativa, pero sin generar excesivo peligro, los locales se encontraron con un penalti a favor de esos que solo se pitan cuando estás arriba de la tabla. Roberto Torres, en su tarde de gloria, taladró por primera vez desde los once metros las redes rivales.

El Lugo buscó la reacción, pero los de Martín solo le dejaron tocar de tres cuartos hacia atrás. Cuando el esférico llegaba a la zona de Caballero, al cuadro gallego se le apagaban las luces. Y todavía lo vio más negro cuando llegó un buen movimiento de Nino abriendo a la izquierda para que el centro de Javier Flaño fuese empalmado de manera magistral por un bendecido Roberto Torres. La guinda de una provechosa primera parte la volvió a poner el de Arre con otra nueva pena máxima, generada por el ariete almeriense, que, además, provocó la expulsión de Carlos Hernández.

Una placidez poco habitual

La actuación de Nino se merecía un premio en forma de gol y este llegó apenas iniciada la reanudación. Cendrós se quedó enganchado en la línea defensiva lucense, Pucko vio el hueco entre los centrales y asistió al delantero andaluz para que, tras sortear al meta, anotase a puerta vacía. Si un Lugo en inferioridad se planteó cualquier atisbo de reacción –Luis Milla puso en liza al cotizado Jonathan Pereira–, el tanto de Nino echó por tierra semejante esperanza.

Y también acabó con esa dosis de emoción y nerviosismo que de manera cotidiana planea por un Sadar poco acostumbrado a encuentros tan plácidos. Incluso Berenguer y Merino pudieron ampliar la diferencia ante un Lugo ya entregado y todavía explicándose cómo podía ir tan detrás en el marcador.

Se podría decir que, exprimiendo la realidad, incluso una distancia desmedida para los méritos de unos y otros, pero lo cierto es que este Osasuna, que sabe a qué juega, se gana a pulso lo que suma.

 

«Vamos progresando adecuadamente»

Como en la escuela, el profesor Enrique Martín evaluó a los suyos con un «vamos progresando adecuadamente», después de una goleada ante el Lugo, de la que destacó sobre todo la «frialdad» de sus pupilos tras quedar en superioridad, «lo que te lleva a relajarte y que el rival te supere».

El técnico de Campanas insistió en que el equipo «ha sabido leer las circunstancias» y recordó que «cada día es una historia», en alusión a que se necesita mantener la tensión en cada encuentro o, de lo contrario, te pintan la cara. «En Vitoria, si no entramos rápido en el partido, nos meterán cuatro», avisó el míster rojillo.

Como no podía ser de otra manera, a Martín se le interpeló por el gran momento de forma de Roberto Torres. «Creo que en siete jornadas ha metido más goles que en seis años en el primer equipo. Es un jugador de Primera, que va a romper todos los récords, y ante el que me agrada que la gente reconozca su pasión, trabajo y calidad por Osasuna», señaló. N.M.