GARA
JERUSALÉN
TENSIÓN EN CISJORDANIA

La ONU pide calma a las partes y la OLP denuncia un «castigo colectivo»

El secretario general de la ONU expresó ayer su preocupación por la posibilidad de que se produzca «una escalada de violencia» en Palestina y reclamó dialogar a las partes. La OLP denunció un «castigo colectivo» por parte israelí, que Netanyahu se apresuró a agravar anoche ordenando acelerar la demolición de las casas de activistas palestinos.

Israel cerró ayer la Ciudad Vieja de Jerusalén a los palestinos tras los ataques que se cobraron el sábado la vida de dos israelíes, lo que es un nuevo «castigo colectivo», según denunció la portavoz de la OLP Hanan Ashrawi.

Más de doscientos palestinos resultaron heridos ayer por armas de fuego o inhalación de gases lacrimógenos en Cisjordania y Jerusalén Este.

El casco antiguo de Jerusalén, que suele estar muy concurrido, parecía una ciudad atrincherada: tiendas cerradas, callejones casi vacíos y puertas custodiadas por policías. Fue la primera vez que las autoridades de la potencia ocupante toman esta medida, según la portavoz de la Policía, Luba Samri. Durante 48 horas, solo los israelíes, los residentes de la Ciudad Vieja, turistas, empresarios y estudiantes podrán entrar. Según Samri, esta medida impedirá que la inmensa mayoría de los palestinos de Jerusalén Este, que viven fuera de la Ciudad Vieja, puedan acceder a esa parte de la ciudad.

Ataques a médicos

Un balance de la Media Luna Roja indicó que al menos 77 palestinos resultaron heridos por disparos israelíes en las últimas 24 horas, 18 por balas reales y 59 por bales de goma. Además, 139 fueron tratados por inhalar gases lacrimógenos y otros 6 por haber recibido golpes de soldados o colonos judíos.

La Media Luna Roja declaró anoche el «estado de emergencia» en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, tras los ataques sufridos por sus operarios. La institución sanitaria ha puesto a sus facultativos, equipos y voluntarios en situación de espera y denunció haber sufrido 14 ataques en 72 horas contra sus trabajadores y vehículos «por fuerzas de la ocupación israelí y colonos en Cisjordania y Gaza».

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, «profundamente preocupado», hizo un llamamiento a la calma. En una conversación telefónica con Ban, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, pidió la protección internacional del pueblo palestino ante los ataques de los colonos.

En la noche del sábado murieron en la Ciudad Vieja dos israelíes en un ataque de un palestino de 19 años oriundo de El Bire, cerca de Ramallah, que fue abatido por los agentes. Las dos víctimas israelíes fueron enterradas ayer en un multitudinario funeral al que asistió el presidente israelí, Reuven Rivlin. El ataque fue reivindicado desde Gaza por la Yihad Islámica.

Otro israelí resultó herido grave al ser apuñalado cerca de la Ciudad Vieja, supuestamente por un joven que murió tiroteado por fuerzas israelíes, según la versión policial. La familia del palestino negó que su hijo fuera el autor del ataque y argumentó que un vídeo del incidente difundido por las redes sociales solo muestra que «un grupo de colonos le persigue».

Con las últimas víctimas israelíes ascienden a cinco los muertos en ataques palestinos en las últimas dos semanas en Jerusalén Este y Cisjordania.

La situación en los territorios ocupados es desesperante para los palestinos, algunos de los cuales han optado por llevar a cabo ataques contra quienes ven como la fuente de sus padecimientos. Desde el pasado 13 de setiembre han muerto en este tipo de ataques cinco israelíes y cuatro palestinos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien habló de «combate a muerte», ordenó medidas tales como la «demolición de las casas de los terroristas», el aumento de las detenciones administrativas.