La irrupción del vídeo “Desmontando a Ciudadanos” el pasado 5 de mayo, convulsionó por completo las redes sociales y rápidamente se expandió como un reguero de pólvora prendido a través de internet. Firmado por el youtuber RaGLaN –@RaGLaN_83 en twitter–, este documental de tan solo 16’15’’ no tardó en seducir a una multitud de usuarios que, a los pocos días, ascendían a setecientos mil.

Si el vídeo en cuestión hubiese tratado otras cuestiones, alejadas de la política al uso, y mucho más lindantes al prototipo de éxito viral que se tercia en YouTube, a estas alturas estaríamos hablando del típico fenómeno fugaz respaldado por millones de “Likes” que hubiesen premiado la simpatía de su creador a la hora de hilvanar secuencias. Por contra, la ruta meteórica de “Desmontado a Ciudadanos” se convirtió rápidamente en un tormentoso periplo virtual salpicado de censuras en Facebook, Twitter y sufrió fakes que alteraban el discurso original del usuario RaGLaN y, sobre todo, provocó el enfado mayúsculo de un Albert Rivera que se veía incapaz de cortar por lo sano lo que viajaba libremente a través de la Red y que, de manera ágil, amena y veraz –buena parte del documental está desarrollado mediante fragmentos de tertulias televisivas–, subrayaba lo que muchos ya sabían: las conexiones del partido naranja con diferentes ramas de la ultraderecha española. La calculada sonrisa de Rivera se transformó en rictus de enojo y no tardó en señalar a Podemos como impulsor de este vídeo. “Desmontando a Ciudadanos” es un recorrido sobre la actividad política de su líder, y del partido y su discurso se basa en dos cuestiones: «¿Ofrece realmente Ciudadanos una alternativa de cambio?» y «Ciudadanos es un partido de centro izquierda?». Visto el cariz que estaba tomando la situación, el propio RaGLaN –un trabajador de Iberia de 31 años– se asomó a diferentes medios señalando que no se ha encargado nadie hacer el vídeo. «Soy simpatizante de Podemos, sí, bueno, de la izquierda en general», dijo, y su intención fue clara: «El objetivo principalmente era hacer eco de las informaciones de las que no se hacen eco los grandes medios; la gente no debería votar a ciegas», manifestó.