La secretaria general del PP de la CAV, Nerea Llanos, aseguró ayer en rueda de prensa que su grupo presentará directamente la propuesta de la nueva ponencia en el Parlamento como un «emplazamiento» para que «todos los partidos se retraten». Esta decisión parece contradecir el espíritu de la propuesta realizada el viernes por su presidenta, Arantza Quiroga, en el pleno de la Cámara, abogando por la necesidad de llegar a acuerdos entre todos. Y contradice no ya el espíritu, sino la palabra del portavoz parlamentario, Borja Sémper, quien anunció una ronda de contactos con el resto de grupos parlamentarios.

En cualquier caso, estos primeros pasos del PP quizá puedan entenderse por las urgencias reglamentarias de la vía elegida. Una moción de este tipo debe registrarse en los dos días (hábiles) siguientes al final del pleno en el que se realizó la interpelación que le da origen. Es decir, que hoy acaba el plazo reglamentario para su presentación.

Por tanto, cabe interpretar que el PP registrará hoy un texto base de su moción, que intentará consensuar con otros grupos antes de que se debata en pleno, probablemente el jueves 15 de octubre.

De no ser así, la propuesta de Arantza Quiroga está condenada al fracaso, puesto que el PNV ya ha manifestado que no es necesaria una nueva ponencia, sino que lo que debería hacer el PP es sumarse a la ya existente, y tampoco el PSE ve con buenos ojos este tipo de maniobras.

EH Bildu ha sido el único grupo que ha mostrado interés por las palabras de Arantza Quiroga. Hasier Arraiz ofreció al PP la posibilidad de abrir un diálogo privado o público desde la premisa de que «la paz no se hace con los amigos, sino con quien está en frente». El portavoz independentista hizo extensiva su oferta de diálogo a todos los grupos interesados.

La presidenta del PP de la CAV, Arantza Quiroga, reconoció como «indispensable» que la búsqueda de la convivencia se haga con la participación también de EH Bildu. Un salto importante en el discurso del PP. Lo que se juega ahora es ver si ese salto contaba con el consenso suficiente dentro de su propio partido.