Raimundo Fitero
DE REOJO

Actitudes

El poder del dinero se manifiesta de múltiples maneras por lo que cuesta entender algunas actitudes de dirigentes de corporaciones industriales, altos cargos de bancos o gestores públicos que no se cortan y amenazan de manera reiterada con cuestiones que en teoría no deberían formar parte de su actividad. Pongamos que hablo de Catalunya y la cascada de declaraciones de empresarios que aseguran que si se inicia el proceso independentista abandonarán su actividad en el territorio catalán. Solamente el dirigente de la CUP Antonio Caño contestó con cierta sorna, diciendo que si los bancos estaban dispuestos  a perder unos miles de millones de euros de los impositores catalanes por su afán españolista, adelante.

En la vida televisiva el dinero se llama publicidad y hemos visto que, además de los intereses legítimos de que cada inversor quiera los mejores resultados, es asunto comprobado que algunos anunciantes retiran no por motivos económicos, sino ideológicos o políticos, anuncios de algunos programas con la intención de que salgan de la parrilla. Y las directivas actuales son muy sensibles a estas recomendaciones. Los medios de comunicación son empresas que necesitan recursos externos o subsidiarse con los gobiernos. Por eso se ejerce con tanta donosura la censura económica de manera habitual.

Y como al final todo acaba en fútbol, los escándalos de la FIFA, las detenciones de miembros de ese club de aprovechados, la resistencia numantina de Joseph Blatter para abandonar su cargo nos muestra una solución digna de figurar en los anales: son los anunciantes principales de esa sociedad los que han lanzado la amenaza: o dimite o retiran la publicidad. Se trata de marcas universales que dejan miles de millones de dólares repartidos por campos, vestuarios y despachos.