Dabid LAZKANOITURBURU.

Los reveses fuerzan a Obama a revisar sus planes de retirada de Afganistán

Toma de Kunduz por los talibanes ante un Ejército afgano incapaz de doblegarlos, bombardeo contra un hospital de MSF, un avión militar que se estrella o es derribado... EEUU sigue sin poder dar por terminada su aventura militar afgana pese al final oficial hace diez meses de sus operaciones de combate.

Oficialmente encargadas de tareas de adiestramiento y asistencia al Ejército afgano tras su repliegue en diciembre de 2014, las tropas estadounidenses siguen enfangadas en operaciones de combate. Y estas conllevan provocar víctimas inocentes, como los 22 muertos en un bombardeo de EEUU contra un hospital de Kunduz, o a sumar más bajas militares propias, como los 11 muertos tras caer –derribado según los talibanes– un avión de transporte militar en Jalalabad (este).

La toma por los talibanes de la ciudad de Kunduz (norte) –el Ejército afgano seguía ayer intentando desalojarlos definitivamente tras ocho días de combates con cobertura aérea estadounidense –demuestra la incapacidad del Gobierno de Kabul de asegurar el territorio, pese a los 60.000 millones de dólares invertidos por Washington en los últimos 14 años.

Dudas sobre la retirada

Estos reveses obligan a la Casa Blanca a revisr otra vez sus plaNes de retirada gradual. Coincidiendo con el final del mandato de Obama, EEUU esperaba dejar para finales de 2016 una fuerza residual en la embajada estadounidense. «Es evidente que las fuerzas afganas necesitarán que persista la ayuda estadounidense más allá de 2016», señala el primer ministro del Gobierno de Kabul, Abdullah Abdullah.

Según “The Washington Post”, el antiguo jefe del Estado Mayor interejércitos, el general Martin Dempsey, ha presentado un plan para mantener en 2017 5.000 de los 9.800 efectivos actuales. El general John Campbell, comandante de la misión de la OTAN y jefe de las tropas estadounidenses en Afganistán, eleva las necesidades hasta los 7.000 efectivos.

Campbell será interrogado esta semana por el senador republicano John McCain, que acusa a Obama de haber privilegiado hasta ahora el objetivo político de la retirada de tropas sobre la realidad sobre el terreno.

Los talibanes, reforzados

El bombardeo de EEUU contra el hospital de Kunduz ha reforzado más si cabe a los talibanes, galvanizados por la victoria simbólica de la conquista –aún está por ver si efímera– de la ciudad estratégica de Kunduz, con sus 300.000 habitantes. «Todas las facciones disidentes están volviendo a alinearse con nosotros», señaló un portavoz talibán, dando por superada la crisis de la sucesión del mullah Omar por el discutido Mansur.