Catalunya vivió ayer el 12 de octubre de más bajo perfil de los últimos años, después de que la masiva participación del 27S (77%) enterrase el mito de una mayoría silenciosa antiindependentista a la que el unionismo había tratado de movilizar en las anteriores ediciones del Día de la Hispanidad. De hecho, PP y Ciutadans no se adhirieron este año a la principal movilización, a la que tampoco se unió Societat Civil Catalana, la fracasada plataforma que aspiraba a cohesionar al unionismo y que se limitará a celebrar un acto de pequeño formato el fin de semana.

Pese a no sumarse a la convocatoria, el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, apareció por sorpresa en la plaza Catalunya, precisamente para reprochar a Ciutadans su ausencia. Lo hizo rodeado por apenas 4.500 personas, según la Guardia Urbana. El año pasado fueron más de 30.000.

Organizaciones fascistas como Falange y Democracia Nacional repitieron su habitual marcha a Montjuïc, contrarrestada por la manifestación de la Plataforma Antifascista. Por la tarde, otra marcha, convocada por el Espai de l’Immigrant, recorrió el centro para denunciar la colonización y el racismo.