Periodista
PRIMERA FASE DEL MUNDIAL DE RUGBY

Entre la debacle polinesia y el ascenso de Japón y Georgia

Terminó la primera criba. De los veinte equipos que iniciaron el torneo el 18 de setiembre, ya solo quedan ocho. Han sido cuarenta partidos con algunas sorpresas sonadas. Selecciones como Japón han visto dispararse su cotización, mientras que otras como Inglaterra o los equipos polinesios se han hundido y entran ahora en un proceso de reflexión.

Sin duda, la eliminación de Inglaterra ha sido la gran noticia de esta primera fase. Es cierto que al haber tres selecciones grandes en un mismo grupo –Australia y Gales eran las otras dos– una se iba a quedar fuera. Pero aunque se decía que le podía tocar a cualquiera, siendo sinceros todas las previsiones apuntaban a Gales.

De Inglaterra, su pobre juego y la trayectoria de Stuart Lancaster ya hemos hablado, a la espera de conocer qué decisiones toma su Federación. El técnico tiene contrato hasta 2020 pero su futuro está en el aire.

Los de la rosa no han sido el único fiasco. Destaca la debacle de los tres combinados polinesios, Fiji, Samoa y Tonga, que solo han sido capaces de ganar, respectivamente, a tres equipos humildes como Uruguay, Estados Unidos y Namibia. Fiji tiene la excusa de que el sorteo le había enmarcado en el grupo más complicado, pero los otros dos se han visto superados por Japón y Georgia.

Precisamente, japoneses y georgianos se ubican al otro lado de la balanza. Se han clasificado en la tercera plaza de su grupo, lo que les otorga billete directo para el próximo Mundial, si bien los nipones ya lo tenían en el bolsillo por ser los organizadores.

Los de Eddie Jones, con un juego dinámico, dieron la campanada ante Sudáfrica y se van con un bagaje de tres victorias y una derrota ante Escocia. No está nada mal para una selección que se plantaba en Inglaterra con un balance mundialista de una victoria y dos empates en 24 partidos. Su zaguero y pateador Ayumu Goromaru ha sido el hombre más destacado.

Georgia, con su tercera línea Mamuka Gorgodze como líder, ha ofrecido por el contrario un juego basado en la potencia de su delantera. Un equipo rocoso que se encuentra cómodo en el cuerpo a cuerpo pero que sufre cuando domina el partido y necesita mover el oval, como se vio en su ajustadísima victoria ante Namibia.

A la espera de que World Rugby defina cómo se van a repartir las ocho plazas que restan sin adjudicar para 2019, se abre un panorama interesante. Para empezar, Asia ganaría una plaza, con Hong Kong como primer candidato para acompañar a Japón.

Polinesia se presentaba en este torneo con dos billetes directos –obtenidos por Samoa y Tonga hace 4 años– y un tercero, el de Fiji, en clasificatorias. ¿Cuántas plazas le corresponderán ahora? Los números no cuadran para que sean tres, y no han hecho méritos deportivos, así que es muy probable que al menos una selección se quede fuera. La pelea promete ser titánica. La clasificación de Georgia incrementa las esperanzas en Europa, con Rusia y España como grandes beneficiadas, junto con una Rumanía que querrá repetir.

Personalmente me ha gustado el desparpajo de Canadá, con su juego de tres cuartos rematado por el ala de origen sudafricano DTH Van der Merwe. Compitieron sin complejos frente a Irlanda y Francia, pusieron contra las cuerdas a Italia y cayeron aplastados por la delantera de Rumanía tras tener el marcador en un 15-0 favorable.

Y un aplauso para Uruguay, que a pesar de su manifiesta inferioridad en ningún momento ha bajado los brazos y se ha fajado hasta el último aliento. No había más que ver las diferencias físicas entre los amateurs charrúas y los profesionales ingleses, galeses, australianos o fijianos para darse cuenta de su mérito.

Lo cierto es que este Mundial ha demostrado que las diferencias entre selecciones se acortan y que en el Top-20 ya no existen cenicientas que encajan un centenar de puntos sin levantar la voz. Hay derrotas amplias, pero nadie ha ofrecido la sensación de ser apabullado de principio a fin. Una gran noticia para este deporte.

Llega la fase decisiva y tiempo habrá de hablar de los ocho mejores, ya que en muchos casos no han mostrado hasta la fecha todo su arsenal. Australia-Escocia, Sudáfrica-Gales, Nueva Zelanda-Francia e Irlanda-Argentina. Como en ‘Los inmortales’, solo puede quedar uno.