Amaia U. LASAGABASTER
Athletic

Diamantes en el barro

Un golazo de Williams y un buen testarazo de Raúl García prolongan la racha rojiblanca en un choque más físico que estético.

ATHLETIC 2

ESPANYOL 1

 

Con la lengua fuera y el depósito vacío llega el Athletic al tercer parón liguero. Y, posiblemente, también con un puntito de rabia. Porque las dos semanas sin competición le vendrán de perlas a un equipo que mide la temporada por maratones –21 partidos oficiales ya desde que estrenara el curso el 30 de julio– pero también cortarán la mejor racha del curso para los rojiblancos, que han celebrado cinco victorias consecutivas, tres de ellas en Liga, y no muerden el polvo desde su derrota en Alkmaar, hace casi mes y medio. El equipo de Ernesto Valverde llegó a Holanda con dos derrotas y un empate –el punto de Anoeta– ligueros a sus espaldas, que le habían situado apenas un punto y un puesto por encima del descenso. Cinco semanas después, lidera con solvencia su grupo en Europa League y se asoma a puestos continentales en el torneo doméstico..

La línea, aun ascendente, no siempre ha sido recta. Disgustos como el de Riazor o alegrones como el del jueves se han alternado en este tramo de la campaña, que se cerró ayer con un partido del que solo se salvó el resultado... con permiso de Iñaki Williams. El Athletic fue capaz de encontrar diamantes, que tampoco es una mala noticia, en un partido embarrado, mucho más físico que estético. Y el cristal más deslumbrante, el Cullinam, lo descubrió el ariete rojiblanco. Pero para apreciar éste no hizo falta irse hasta la Torre de Londres. 45.000 afortunados celebraron en directo la maravilla de Williams, que ponía la guinda a una semana perfecta. Tres partidos y cinco goles que han contribuído a ganar todos los duelos.

Un chispazo

Alegró una matinal que había comenzado perezosa. En cuanto a espectáculo porque realmente Athletic y Espanyol no dejaron de sudar desde que arrancó el partido. El problema, para el espectador, es que los dos andaban parecidos de ganas, de fuerzas, de presión, de concentra- ción defensiva y que eso condenó a ambas escuadras a chocar entre sí una y otra vez, obligándose al juego en largo y condenándose a diseñar pocas jugadas y finalizar menos aún.

Hasta que un robo de balón de San José en el centro del campo permitió a De Marcos enviar el balón al área y a Williams lucirse con una acción para enmarcar. Control, sombrerito ante dos zagueros rivales y dura volea para firmar el 1-0.

Aquello pintaba bien... hasta que dejó de hacerlo. Porque los planes del Espanyol no cambiaron con la desventaja. Los periquitos siguieron obstinándose, con acierto, en impedir que su anfitrión moviera el balón con la más mínima comodidad. Y, lo que es peor, conducidos por un Caicedo al que, por fortuna, solo le faltó rematar, llegó con frecuencia y peligro al área de Gorka Iraizoz. Cierto es que el navarro no tuvo que intervenir en todo el primer tiempo pero, incluso sin finalización, el Espanyol amenazó, y mucho, la renta de los rojiblancos. La sensación de descontrol, precisamente de la que la víspera reconocía no querer oir ni hablar Ernesto Valverde, tampoco contribuía al optimsimo.

La respuesta, otro buen gol

El técnico rojiblanco movió banquillo tras el descanso. Markel Susaeta sustituyó a un apagado Sabin Merino pero el peligro siguió llegando casi en exclusiva por parte visitante. Esta vez, además, el Espanyol obtuvo recompensa. También con un golazo, una volea de Hernán Pérez que se coló junto al palo izquierdo de Iraizoz.

Amenazaba tormenta, con un Athletic al que el cansancio y la buena disposición de su rival encendían las señales de alarma. Undiano, que rara vez hace honor a su buena fama ante los vizcainos, contribuyó a que el partido se enredase, retardando en exceso el freno al intercambio de golpes que, por momentos, se produjo sobre el césped. Curiosamente, no le vino mal al Athletic. Era su rival el más interesado en prolongar la dinámica que se vio cortada. Al menos lo justo para que los rojiblancos tomasen aire y trazasen una jugada, tan sencilla como bien resuelta, que permitió centrar a Susaeta y cabecear el 2-1 a Raúl García.

Quedaba casi media hora por delante pero este gol sí hizo daño a los catalanes. Tanto que en la recta final parecieron bastante más cansados que los futbolistas rojiblancos. Alguno acabó caminando a duras penas pero aún así, el Athletic fue capaz no solo de tener controlado, esta vez sí, a su rival –y eso que los cambios del Espanyol fueron claramente ofensivos–, sino de incluso permitirse la ilusión de matar el partido con el tercero, que finalmente no llegó.

 

Ernesto Valverde celebra una victoria que «vale doble»

Sufrió el Athletic para quedarse con los tres puntos y eso hace que la victoria «valga doble», se felicitó Ernesto Valverde.

El técnico admitía que el de ayer «era el partido más complicado antes del parón en cuanto a fechas y lo tenía marcado en rojo». La buena actuación del Espanyol no hizo sino añadir dificultad a un partido «muy duro, con muchas disputas y de mucho encontronazo. Además, veníamos de una semana complicada y lo hemos visto difícil», admitió.

Pero salió cara y permitió al Athletic seguir «recuperando posiciones, tenemos que seguir ahí». También disfrutar con el golazo de Iñaki Williams que, como la victoria, también tuvo doble valor, en este caso por cuestiones estéticas y porque permitió encarrilar el choque. «No sé si ha sido el control o no, pero se ha llevado el balón por encima del contrario y ha sido uno de los mejores goles que hemos visto por aquí últimamente, quizá con el de San José (en la Supercopa) –admitió–. Lo mejor es que nos ha abierto el marcador y nos ha puesto el partido un poco de cara porque el inicio estaba complicado».

Carlos Gurpegi también reconoció que el choque había sido «complicado» ante un rival que supo jugar pero que se encontró con un Athletic en momento dulce. «Cuando estás bien y tienes buenos resultados, no sabes por qué, pero todo sale mejor. Y cuando no tienes buenos resultados, seguramente un partido como este no lo habrías sacado adelante», resumió el capitán, que confía en que la racha «se alargue y dure mucho». GARA

Protagonistas

Balenziaga. La conexión Caicedo-Hernán Pérez, los jugadores más peligrosos del rival, le hizo sudar. Salvador en al menos tres opciones claras de los periquitos.

San José. No pudo poner puertas a Caicedo, el rival que creó más peligro, pero al menos consiguió que Asensio pasase desapercibido.

Beñat. Acusó el cansancio y el buen trabajo del Espanyol para taponarle, y ni siquiera estuvo fino en el balón parado. Curiosamente fue de menos a más, aunque acabó el partido fundido.

Williams. Su gol vale por todo un partido. Como mínimo. Pero es que además se mostró inagotable, sobre todo en el primer tiempo, convirtiéndose en el rojiblanco que más problemas creó a la zaga visitante.

Raúl García. Tras pasar casi desapercibido en un primer tiempo complicado por el buen trabajo del rival, supo ganar presencia en el momento justo. Se coló perfectamente entre los dos centrales para cabecear el centro de Susaeta.

Aduriz. Más batalla que aportación efectiva para el delantero. Se le vio más tras el descanso.

 

La plantilla descansa hasta el miércoles

El Athletic disfruta de dos días de descanso. Regresará al trabajo el miércoles en Lezama (10.30) sin San José y Williams, citados por la selección española absoluta y sub1, respectivamente.

 

Casi un mes sin fútbol en San Mamés

El Athletic no volverá a jugar en San Mamés hasta el 6 de diciembre. Tras el parón liguero visitará a Granada, Augsburg, Rayo y Linense antes de recibir al Málaga.